El sábado 20 de octubre aparece marcado en rojo en el calendario gastronómico vasco. Este día, el Arenal bilbaino acoge el XXX Campeonato de Marmitako de Euskal Herria, que llega cargado de novedades. Los organizadores de esta edición, los miembros de Makilaren Kofradia, han pretendido que la cita sea una fiesta no sólo para los cocineros y sus acompañantes, sino para todos aquellos que se acerquen al Casco Viejo atraídos por los efluvios de los fogones.

Así, además de la tradicional comida popular que sigue al concurso (que se desarrollará en el frontón de la Esperanza para un máximo de 400 comensales y en la que se puede tomar parte por 15 euros), quienes lo deseen podrán adquirir por sólo 3 euros casi un kilo de marmitako cocinado por alguna de las 120 sociedades o txokos participantes, envasado para ser consumido en casa.

«Otros años hemos tenido que ver con pena y rabia cómo kilos y kilos de marmitako iban a parar a la basura porque sobraban tras la comida; este año hemos querido aprovecharlo todo y, así, por un precio reducido, cualquiera podrá degustarlo y participar completamente de esta fiesta», aseguraron los organizadores. Estos añadieron que todo lo que sobre finalmente será donado a los comedores sociales de la capital vizcaina.

Los concursantes llegarán a Bilbo con las primeras luces del día y se instalarán en los puestos de la BBK. En el momento de hacer efectiva la inscripción, recibirán dos kilos de bonito del norte y cuatro de patatas de Araba (donadas por Eusko Label) además de 250 centilitros de aceite de oliva virgen extra.

La cebolla, el pimiento choricero, el tomate, el pimiento verde, el ajo, la sal y el vino blanco (ningún otro ingrediente está permitido) corren a cuenta de los cocineros, que dispondrán de casi tres horas para terminar una marmita de al menos doce raciones. Sólo el mejor de ellos conseguirá la makila que acreditará al ganador. Además, habrá txapelas para segundo y tercero, y otros 17 galardonados, que recibirán un trofeo consistente en la tradicional baldosa de Bilbo, hecha en cristal fundido, grabada con el perfil de un bonito

El jurado estará compuesto por prestigiosos cocineros y expertos gastrónomos vascos, y su decisión será inapelable. No lo tendrán fácil, deberán elegir al trigésimo campeón de Euskal Herria que, por celebrarse el concurso en Bilbo, bien podría ser el campeón del mundo.