Coincidiendo con el Día Internacional contra la Pobreza, colectivos sociales se movilizaron ayer e impulsaron distintas iniciativas. Así, en Gasteiz, la plataforma Elkartzen compareció ante los medios de comunicación para mostrar a partir de datos los importantes índices de precariedad que soporta la sociedad a nivel mundial, y en particular Hego Euskal Herria, sobre la que subrayó que aunque Ibarretxe y Sanz venden «orgullosos que cada vez se crea mayor riqueza», lo que «no nos dicen es que cada vez se queda en menos manos», con lo que las bolsas de pobreza siguen en alza.

De hecho, Elkartzen precisó que las estadísticas europeas sitúan a Hego Euskal Herria en el grupo de cabeza de regiones con más PIB per cápita de la UE y concretó que «el aumento del PIB durante la última década ha llevado a Hegoalde a alcanzar y sobrepasar significativamente en 25 puntos el nivel medio de PIB per cápita de la UE25».

En este contexto, Elkartzen subrayó que concentración de riqueza y precariedad van de la mano, y que ambas son producto «de la explotación y dominación a la que someten las élites políticas y económicas a amplios sectores de la población», con la colaboración, según denunciaron, de medidas de las instituciones que no sólo no han atajado la precariedad, sino que han recortado las prestaciones sociales en un contexto de mayor pobreza.

En Bilbo, «Mójate contra la pobreza» fue el lema que llevó a la calle la plataforma por los derechos sociales y contra la exclusión Berri-Otxoak. Se concentró a puertas de la Delegación del Servicio Público de Empleo en Bilbo para denunciar la realidad que viven miles de familias, «que se encuentran en paro, trabajando en situaciones de precariedad o recibiendo unas pensiones míseras», con lo que es imposible cubrir las necesidades más básicas.

Albornoces y bañadores

Dentro de la misma iniciativa, varias personas ataviadas con albornoces, trajes de baño y gafas de buceo protagonizaron una marcha por la Gran Vía bilbaina y se sumergieron en la fuente de la Plaza Moyua, en una acción simbólica para exigir compromisos concretos a las administraciones vascas para erradicar la pobreza.

En base a datos oficiales, Berri-Otxoak señaló que 40.000 hogares de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa sufren situaciones de pobreza y 267.000 hogares tienen dificultades para llegar a fin de mes. Según los mismos datos, 145.000 jóvenes no pueden emanciparse por la precariedad laboral y el alto precio de la vivienda, ya que precisaron que la hipoteca media es de 882,80 euros mensuales y el alquiler medio se sitúa en 695 euros.

Berri-Otxoak denunció que mientras en la calle existe esta realidad, las instituciones acumulan un superávit de 2.277 millones de euros. Indicó, por ellos, que «no se entiende» que se planteen límites para las Ayudas de Emergencia Social (AES), como fijar un tope de 15.000 euros para el pago de créditos hipotecarios e impedir que si se perciben estas ayudas se puedan solicitar otras ayudas para gastos de educación o inserción laboral.

A este respecto, Elkartzen denunció en Gasteiz que la vivienda, los salarios y la privatización de servicios públicos, son tres factores que acentúan la fotografía de la precariedad en Euskal Herria y apostó por la organización de los trabajadores para hacre frente a esa situación. Planteó que hay que «acabar con el sistema que de manera progresiva vulnera y merma nuestros derechos y dar paso hacia un nuevo sistema social y político que supere las relaciones de explotación actuales».