El presidente navarro, en la moncloa
Zapatero y Sanz se prometen lealtad, colaboración y gobernabilidad mutua
Los dos presidentes vascos han pasado por La Moncloa en un margen de apenas 30 horas, y las fotografías de ambos encuentros no pueden ser más dispares. Si Juan José Ibarretxe salió la víspera de la sede presidencial con el rechazo a su hoja de ruta como respuesta, ayer Miguel Sanz abandonó Madrid hablando de clara sintonía. El presidente navarro y José Luis Rodríguez Zapatero intercambiaron promesas de lealtad, colaboración e, incluso, gobernabilidad.
GARA | MADRID
La reunión entre José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Sanz comenzó pasadas las 17.00 en el Palacio de La Moncloa y se prolongó por más dos horas y cuarto. Era el primer encuentro entre ambos mandatarios desde hace ya dos años y medio; y, por tanto, el primero que mantenían después de la investidura del líder de UPN como presidente de Nafarroa a primeros de agosto, resultado de un largo y polémico proceso de negociación que en su parte final se resolvió con el veto de Ferraz a un acuerdo de gobierno PSN-NaBai-IUN y con la abstención del Partido Socialista en la Cámara navarra dando luz verde a la candidatura del corellano a la Presidencia.
Tras finalizar la reunión, llevada a cabo el día después del encuentro entre el presidente español y el lehendakari Juan José Ibarretxe, el primero en comparecer ante los medios de difusión fue el propio Miguel Sanz, quien vino a confirmar, como había anunciado los días previos, que puso sobre la mesa de Zapatero cuestiones económicas y de infraestructuras a resolver en Nafarroa en los próximos tiempos. Pero no sólo ha- blaron de temas «técnicos».
«Hemos compartido una firme oposición a cualquier iniciativa o proyecto político que vaya en sentido contrario a pro- mover la cohesión social o territorial de España y en contra de la Constitución», manifestó el presidente navarro en lo que pareció una clara referencia a la propuesta llevada 30 horas antes por Ibarretxe a La Moncloa.
Luego, a preguntas de los periodistas, no quiso profundizar sobre la cuestión y dijo con ironía que «hoy he venido a hablar de mi libro», para después rechazar que el hecho de que el martes compareciese el propio Zapatero ante los medios y ayer no lo hiciera -tomó su lugar la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado- sea un desaire. «Si hablamos de puesta en escena, puedo estar orgulloso de que el presidente me haya dedicado un cuarto de hora más que a Ibarretxe», bromeó.
En la entrevista, desarrollada en «un clima muy agradable», no se recriminaron «absolutamente nada», indicó el líder de UPN, quien incluso consideró que no hay lugar a desencuentros porque él no acusó al Gobierno español de «entregar» Nafarroa durante el proceso de negociación con ETA. De un plumazo, borró de su memoria las innumerables declaraciones realizadas en ese sentido desde las filas de su partido o de su Ejecutivo, e incluso la manifestación que el propio Sanz promovió en marzo, en Iruñea, para dejar claro que «Navarra no es negociable». Ahora, agregó, toca «mirar al futuro. Hemos tenido muy presente qué es lo que conviene a Navarra y a España».
Y con esa perspectiva, Sanz explicó que transmitió a Zapatero su voluntad de «colaborar» con Madrid y de permanecer «abiertos al diálogo» con el PSN para adoptar decisiones «con el mayor consenso posible», mientras que el presidente español le expresó su «firme voluntad» de contribuir a la «gobernabilidad y estabilidad» de Nafarroa. Posteriormente, la ministra Salgado se mostró «segura» de que ese compromiso transmitido por el jefe de su Ejecutivo se mantendrá en el futuro.
Los acuerdos «técnicos»
Ambos gobiernos, según el político de la Ribera, se esforzarán a partir de ahora en potenciar las relaciones institucionales, en mantener esos niveles de «lealtad» y en actuar en pro del «interés general de España».
Y para concluir con esos puntos de encuentro y de buena sintonía, también declaró que Zapatero «comparte» su mismo concepto de política anti-ETA, que consiste en el «trabajo desde la unidad de todos los partidos democráticos» para acabar con la organización armada.
Tras las palabras de Sanz, Elena Salgado explicó los acuerdos alcanzados y señaló que ambas administraciones suscribirán antes de fin de año un convenio para ejecutar las obras del corredor navarro del TAV, una de las prioridades con las que viajó el presidente del Gobierno Foral a La Moncloa. En virtud de este pacto, Nafarroa anticipará una cuantía que posteriormente se descontará de su aportación para el cumplimiento del Convenio Económico. También se firmará un acuerdo para proceder a la integración de las vías de gran capacidad, si bien servirá sólo como marco de actuación, toda vez que ya estaba prevista su ejecución.
Una de las iniciativas más destacadas, a juicio de Salgado, fue el acuerdo sobre la Ley de Dependencia alcanzado por ambos mandatarios y que reconoce las competencias de Nafarroa en esta materia, así como el procedimiento en que se llevará a cabo la financiación de las mismas. Sanz comentó que ahora «es fácil deducir» que también se llegará a un pacto entre UPN, PSN y CDN para anular el recurso presentado ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno y el Parlamento de Iruñea.
Jose Luis Rodriguez Zapaterok eta Miguel Sanzek izan behar zuten bilera egin aurretik, Patxi Urrutia eta Pernando Barrena mahaikideek Iruñean emandako prentsaurrekoan, maiatzaren 27ko hauteskundeetan «bi aldeek hartutako jarrerak berresteko» izanen zela iragarri zuten. «Sanz lasai egonen da, egungo estatus politikoa bermatua dagoelako eta Nafarroa gainerako euskal herrialdeetatik bereizia mantentzea ere ziurtatuta dagoelako», gaineratu zuten.
Gogor salatu zuten «hautestontzietan Nafarroako herritar gehienek adierazi zuten aldaketa nahia kontuan hartu gabe erabakia Madrilen hartzea», baina AHT egitasmoaren inposizioaz ere ohartarazi nahi izan zuten. Nafarroan egun indarrean dagoen estatus politikoari eustea da Sanzen helburua, eta Zapaterok ere horixe ziurtatzea ahalbidetzen du, «Foru Hobekuntzak bermatzen duen estruktura frankista mantenduz», Urrutiaren erranetan. UPNren gobernuaz gain, bertze indar politikoek ere ez dutela borondaterik salatu zuen: «Aldaketa txikiak planteatzen dituzte eta, finean, egungo egoerari eustea onartzen dute».
Horregatik, ezker abertzalearen planteamendua nabarmendu zuen: «Geu gara nafarren aldaketa nahiari erantzunez erabakitzeko gaitasuna eta estatus aldaketaren proposamena eskaintzen ditugun bakarrak. Kontuan hartzen ditugu herritarren nahiak, herriaren eskubideak, eta bere erabakitzeko gaitasuna. Nafarroarentzat egitasmo demokratikoa defendatzen segituko dugu».
Bileraren ondotik egindako irakurketan, «Sanz lehendakaria AHTren inposaziorako diru gehiagorekin» itzuliko zela jakinarazi zuen Batasuna prentsa oharrean, «AHTren eraikuntzari etekina aterako dioten bakarrak UPN eta PSNko jauntxoak» izanen direla ohartarazita. Alderdi abertzalearen aburuz, «jendartearen behar sozial eta ekonomikoak alde batera uztea» eta «Ama Lurrari jasanezineko kalteak eragitea» lirateke ondorioak, «garraio arazoak konpondu gabe gainera». NaBaik egitasmoaren inguruan Sanzi eskainitako babesa ere gaitzetsi zuen, eta koalizioak Sanzi «Madrilen AHTrentzat dirua lor» zezala eskatu ziola jakinarazi zuen.
NaBaik, berriz, bileraren kutsu teknikoa baztertu, eta ezaugarri politikoaen gainean jardun zuen: «Falta izan dira». Izan ere, Madrileko eta Iruñeko gobernuen arteko desadostasunak «arazo politikoari» egotzi zizkion. Patxi Zabaleta koalizioaren buruak «Hitzarmen Ekonomikoaren negoziaziorako Foru Hobekuntzaren egokitzapena eta berritzearen beharra» izan zituen hizpide. Bide batez, Zapateroren itxura «zentralista» gaitzetsi eta Sanzek «herritarren borondatea mespretxatzen» duela salatu zuen.