Componentes de la Iniciativa Araba sin Garoña acudieron ayer a la Delegación del Gobierno español en la CAV con un objetivo claro: trasladar al Ejecutivo de Zapatero y a su Ministerio de Industria la demanda prácticamente unánime de la sociedad arabarra de cierre de la central nuclear situada en Santa María de Garoña.

El representante que les recibió en la sede de la Delegación del Gobierno español en la CAV se comprometió a trasladar a Madrid los documentos aportados por la iniciativa popular. Además, y aunque no pudo añadir dato alguno sobre cuál puede ser el futuro de la central, sí colaboró en agrandar la sombra de la duda sobre la posibilidad de que el Ejecutivo español ceda a las peticiones de Nuclenor y vuelva a prorrogar la vida activa de la central.

«Pucherazo electoral»

Alberto Frías, en nombre de la iniciativa Araba sin Garoña, aseguró antes de la reunión que de lo que pretendían hablar en ella era «de respeto a la voluntad popular mayoritaria en Araba».

Y de la expresión de esa voluntad daba noticia la documentación que pidieron hacer llegar al Ejecutivo español: las mociones presentadas en los ayuntamientos y el listado de consistorios en que fue aprobada; el listado de sindicatos y comités de empresa que se han adherido a ese mismo texto exigiendo el cierre de la central situada a 4 kilómetros del territorio arabarra; y 5.000 tarjetas escritas por ciudadanos a título individual, con las que Araba sin Garoña pretende representar simbólicamente al conjunto de la ciudadanía.

Los miembros de la iniciativa que agrupa a la gran mayoría de agentes políticos, sociales, sindicales y vecinales de Araba incidieron ayer en reclamar al PSOE el cumplimiento de su promesa de cerrar en la presente legislatura todas las centrales de primera generación.

Sobre este último extremo, sin embargo, el representante de la Delegación española aseguró desconocer los planes del Gobierno presidido por Zapatero, aunque sí recordó que la Junta de Castilla-León se ha mostrado favorable a la continuación de la central. Es por ello que Araba sin Garoña mostraba, al término de la reunión, su preocupación «ante el silencio de la administración». En su opinión, el incumplimiento de esta promesa supondría un «pucherazo electoral», razón por la que alertan a la ciudadanía «ante un más que posible traslado de la promesa de cierre a la próxima campaña electoral».

Manifestación el sábado

Quedan cinco meses para que el PSOE cumpla su promesa de cerrar todas las centrales de primera generación existentes en el Estado español. Tras el cierre de la central nuclear de Zorita, la situada en Santa María de Garoña es la única planta que le quedaría por cerrar para cumplir efectivamente su compromiso.

Nuclenor ha pedido una nueva prórroga de diez años y, tanto Endesa como Iberdrola, están presionando para que se la concedan. Frías aseguró en este sentido que es momento de ver «si se va a respetar la voluntad mayoritaria de la ciudadanía o si van a prevalecer los intereses empresariales».

Asimismo, hizo un llamamiento a acudir a la manifestación que mañana, a partir de las 19.00, partirá desde la plaza de los Fueros para reclamar el cierre de esta central. A su parecer, la marcha «puede ser un impulso para deshacer el nudo de dudas entre quienes pretenden que se cumpla el compromiso de cierre y quienes quieren replantearse esta decisión».

Ekologistak Martxan también hizo ayer un llamamiento a secundar la movilización.