El secretario general del PSE, Patxi López, dio ayer el pistoletazo de salida a una larga campaña electoral que pretende que su partido sea el más votado primero en las elecciones a Cortes Generales de marzo de 2008 y después en las autonómicas que prevé que se adelantarán. En su discurso ante el Comité Nacional no hubo disimulos. Tras el saludo inicial y una referencia de cinco líneas y media a la actividad de ETA y a los planes de Ibarretxe, comenzó a hablar de elecciones en el tono mitinero de «vamos a ganar».

Según Patxi López, la cita del próximo mes de marzo y las futuras autonómicas «son trascendentales» y «van a marcar el comienzo de un nuevo tiempo político en Euskal Herria». Y la victoria estaría garantizada porque, en palabras del secretario general, «tenemos el partido más cohesionado, más unido y mar fuerte de cuantos existen hoy en Euskadi» y «el proyecto que más se parece a la propia sociedad vasca».

Tras enmarcar claramente el contenido de su intervención, se adentró en un discurso duro sobre cómo «combatir el terrorismo». Anunció que «pondremos todos los medios que tiene el Estado de Derecho, que son muchos, para acabar con ETA» y exigió «que se deje de cuestionar a los poderes del Estado cuado actúan contra los asesinos y sus cómplices». Pidió «que se diga alto y claro que en este país nadie va a la cárcel por defender ideas, sino por cometer delitos, por dar cobertura a la violencia como medio para obtener objetivos políticos».

El siguiente eje del discurso fue el referido al «último desvarío de Ibarretxe», tratando de demostrar que no existe ningún conflicto, sólo pretensiones particulares de un sector del abertzalismo. En opinión de Patxi López, lo que el lehendakari pretende con eso es volver a la estrategia de frentes de 2001 que tan buenos réditos electorales le dio, pero el PSE no le va a seguir el juego, como hace el PP. «Vamos a responder a su desafío con inteligencia. Haciendo lo que hemos hecho siempre: defender el diálogo y el acuerdo».

Patxi López planteó las próximas elecciones a Cortes de marzo como una «magnífica ocasión» para «dar la espalda» a los «planes rupturistas de Ibarretxe». Dijo que el PSE es el referente autonomista y vasquista de los nacionalistas responsables incómodos con la deriva independentista del PNV».