Segunda victoria consecutiva
La conexión sudamericana mantiene la corriente
El buen partido de Prigioni y Splitter, con aportaciones de Planinic y Mickeal, permiten a un excesivamente irregular Baskonia romper la mala racha en Fuenlabrada de las dos últimas temporadas
FUENLABRADA 67
TAU BASKONIA 73
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
La solidez de la conexión Prigioni-Splitter permitió que el Baskonia no tuviera que pagar con la tercera derrota consecutiva en Fuenlabrada las continuas bajadas de tensión que tuvo anoche. Aunque ante el Real Madrid diera la impresión de que la máquina está perfectamente engrasada, el nuevo Tau es un equipo en proceso de reconstrucción y, como los nuevos fichajes siguen tomándole el pulso a su nuevo rol, fueron los pesos pesados del vestuario los que tuvieron que tirar del carro. Enfrente, un equipo local donde Tom Wideman estuvo demasiado solo.
El comienzo del partido fue una especie de continuación del choque del domingo ante el Real Madrid, con un Baskonia lanzado. De la mano de un Splitter sensacional, bien acompañado por el físico de Mickeal, y magníficamente dirigido por Prigioni, los gasteiztarras alcanzaron trece puntos de ventaja pasado el minuto 8 (12-25).
Sin embargo, en cuanto los entrenadores comenzaron a mover el banquillo, los suplentes del equipo madrileño aportaron mucho más que los de Neven Spahija, entre los que Vidal, Jasaitis o McDonald, volvieron a estar muy por debajo de lo que se espera de ellos.
Por contra, Casimiro encontró en Wideman ese estilete que no habían sido el techo de la ACB, Ramos, ni Marko Tomas. Sin sus referencias, el Baskonia desapareció de la cancha, permitió canastas fáciles que no había dejado antes y, aprovechando la falta de ideas en ataque de los de Spahija, los madrileños consiguieron incluso ponerse por delante en el marcador, 40-39, tras un triple convertido por Paraíso. No obstante, una penetración de Zoran Planinic permitió a los vascos llegar con un punto de ventaja al descanso.
Defensa y contraataque
El descanso sirvió para que Spahija apretara las clavijas en defensa y desde esa mejoría atrás el Baskonia volvió a dar otro estirón, con Prigioni y Planinic, que jugaron juntos, como ejecutores. Una bonita serie de tres robos y sus consecutivos contraataques permitió a los directores azulgranas devolver la diferencia de 10 puntos 42-52. Como si de una concatenación de momentos cíclica se tratase, el equipo gasteiztarra volvió a atascarse, esta vez ante una zona 1-3-1 de los de Luis Casimiro.
Olvidados completamente del juego interior, donde Splitter no tuvo relevo, el equipo gasteiztarra se dedicó casi exclusivamente a tirar triples y sus malos porcentajes dieron a Fuenlabrada la oportunidad de ir acercándose en el marcador peligrosamente, 63-66 tras otra gran canasta de Wideman, el eje sobre el que pivotó todo el juego del equipo local.
Sin embargo, esa dependencia del pívot fue un lastre para los madrileños, que no supieron cómo acompañarle. Al margen de él, sólo Tomas, con once, pasó de los diez puntos y eso imposibilitó la remontada en un último cuarto empatado a diez.
El pívot estadounidense, con 23 puntos, 9 rebotes y una valoración de 37 hizo un partidazo digno de MVP de la jornada, pero estuvo demasiado solo en ataque. Sólo Marko Tomas, con 11, hizo más de diez puntos en el Fuenlabrada.
Neven Spahija, que desde luego no ha tenido nada de suerte con los interpretes que le han tocado en los dos partidos fuera de Zurbano, hizo una valoración muy práctica del partido de ayer al reconocer que, «no hemos jugado un gran partido pero lo importante es haber conseguido la victoria aún sin jugar como podemos».
Frente a la solidez mostrada por Splitter y Prigioni, con algunos detalles de Planinic jugando de escolta y los rebotes y la defensa de Pete Mickeal, el resto de la plantilla, especialmente los fichajes, mostraron muchas lagunas, algo que Spahija no quiso ocultar al reconocer que pudieron tirar el partido en el segundo cuarto. «Pero no puedo jugar los 40 minutos con los mismos jugadores».
La poca aportación de Jasaitis, un jugador al que conoce muy bien el croata fue uno de los ejes de la conferencia de prensa de Spahija, que no escondió que el lituano -hizo sus primeros puntos con un triple de cuatro intentos- «está en crisis». No obstante, el técnico dálmata está convencido de que ayudándole y siguiendo trabajando, todo cambiará porque «ésta no es su verdadera cara». J.O.