Biólogos gallegos revelan que el mito sobre la longitud del pene del percebe se encoge
Quién si no él, Camilo José Cela, dedicó un volumen de su Diccionario secreto a los diversos nombres del pene. Unos biólogos paisanos suyos acaban de echar por tierra uno de los mitos relacionados con este miembro sexual: El percebe no la tiene tan grande.
Joseba Vivanco
Como regla general en la naturaleza, el tamaño del pene de un animal es proporcional al del cuerpo del mismo. Sin embargo, ya se sabe que la excepción hace la regla y de ello se ha encargado durante años una especie nada sospechosa como el Pollicipes pollicipes, o traducido del latín, el percebe. De este pequeño invertebrado marino siempre se ha dicho, y así lo han defendido con virilidad los mariscadores gallegos que tanto rendimiento le sacan, que el suyo es el miembro sexual proporcionalmente más largo del reino animal; unas cuarenta veces su longitud, se llegaba a exagerar. Vamos, que en términos humanos es como ver a un hombre de 1,80 metros con un pene de 68,40 metros.
Sin embargo, el mito ha empezado a encogerse. Ha sido un grupo de biólogos del Aquarium Finisterrea de A Coruña el que tras estudiar con detenimiento durante tres años el comportamiento en cautividad del percebe, ha logrado por primera vez captar en vídeo y fotografía este miembro en erección. Y ha constatado que su tamaño en plena cópula no se multiplica ni por cuarenta, ni por veinte, ni siquiera por dos, sino por uno y medio, más o menos. A su favor está que, según estos expertos, sigue siendo grande para el tamaño del animal y, en ocasiones, le llega a la boca, dicen. Pero nada de superpene, con todo un harén delante. Por cierto, el percebe es hermafrodita y unas veces actúa de macho y otras de hembra.
El piojo recoge su testigo
Caído el mito del percebe, no queda sino echar un vistazo al reino animal para constatar quién, realmente, ocupa ese reinado. Sabido es que los leones son los reyes no sólo de la selva, sino de la resistencia, con sus casi 160 copulaciones en algo más de dos días -aunque a 65 veces puede llegar el hámster en sólo una hora-; sabido es también que el pene más largo lo detenta la ballena azul, con sus alrededor de dos metros y uno de circunferencia, aunque se dice que el delfín puede alcanzar en erección los tres; pero la cuestión es conocer quién sale mejor parado en la comparativa proporcional.
La sexóloga Pilar Cristóbal nos revela ese dato en su simpático libro ``También los jabalíes se besan en la boca... y otras curiosidades sexuales del reino animal''. And de winner is... el piojo. Así es, el habitual y molesto inquilino de las cabezas de los escolares se dice que dispone de un pene que puede alcanzar hasta cincuenta veces su tamaño. No se queda corto tampoco en esta ranking el pato de laguna argentino, que detenta el miembro más largo entre los vertebrados proporcionalmente a su masa corporal. En estado fláccido está enrollado; en estado erecto alcanza los 20 centímetros y hasta se ha documentado un especimen con 42,5. Lo achacan a la competencia entre unas aves que, se dice, son bastante promiscuas. Ya saben, la teoría de la evolución de Darwin.
Todo un reto para otros animales a los que, sorprendentemente, les sucede todo lo contrario. Hablamos del gorila, quien en erección no va más allá de los 4 centímetros; el del chimpancé `sólo' es el doble. Y decimos lo de `sólo' porque en el ser humano se calcula que el promedio se sitúa en aproximadamente 14,5 centímetros de longitud.
Quien seguramente sabe mucho de esta curiosidad corporal es un jubilado islandés que en 1974 abrió una «faloteca», en la que ha recopilado más de 150 penes de casi medio centenar de especies, la mayoría autóctonas de la isla. Sirgurdu Hjartarson, que así se llama este profesor jubilado, comenzó su afán coleccionista cuando unos padres «ejemplares» le regalaron un pene de toro que utilizaban como látigo.
Hoy, en su particular museo de falos en el pueblo islandés de Húsavik -a donde lo trasladó desde la capital- reúne una colección de 38 ejemplares de 15 especies de ballenas, 1 ejemplar de oso polar, 19 ejemplares de 7 especies de focas y morsas y 93 ejemplares de 19 especies de mamíferos terrestres. Y, para que no falte de nada, tiene un documento de donación firmado de la especie Homo Sapiens: Un amigo de 92 años que se ha ofrecido como donante. Así que ya saben, si visitan Islandia, no dejen de pasarse por esta faloteca (www.phallus.is, en español), única en el mundo. Y si pueden, lleven un piojo.