Vestido de samurái, como acostumbra, aunque sin katana -en los vuelos comerciales no admiten armas de ese tipo-, el japonés Hideshi Hino (Manchuria, 1946), considerado uno de los principales autores de mangas de terror, se pasea estos días por Donostia, con ocasión de la exposición retrospectiva que le dedica el centro cultural Okendo.

Son cerca de un centenar de láminas originales, seleccionadas por el propio autor, en las que contrasta la amabilidad del dibujo con la brutalidad de la temática, de la que hablan por sí solos algunos de los títulos, como «Hombre comiéndose a una anciana» o «El hombre cadáver».

La mutación de los cuerpos -Hideshi Hino pasa por ser uno de los pioneros en reflejar en el cómic japonés las consecuencias de la bomba atómica- es uno de sus temas recurrente, como en «Niña con escamas» o «El niño gusano», este último, su álbum de mayor éxito. Al respecto, el autor reconoce estar directamente influenciado por «La metamorfosis» de Kafka, cuya lectura le impactó profundamente. Asegura que los horrores que refleja en sus mangas, algunos de títulos tan singulares como «Cruce de caminos donde crecen los frutos del bosque», proceden de su interior e incluso de su familia, con un pasado ligado a la yakuza.

Su primera vocación fue el cine, fascinado por Akira Kurosawa y, sobre todo, por el filme «Harakiri» (1962), de Masaki Kobasyashi. Pero el interés que sus dibujos despertaban ya entre sus compañeros de clase y, sobre todo, la accesibilidad del lápiz y el pincel frente a la cámara y el celuloide, hicieron que se inclinara por el cómic. No obstante, también ha hecho incursiones en la pantalla y, de hecho, en Okendo pueden verse fragmentos de algunas de sus cintas.

Lopetegi y Alzate

El centro Ernest Lluch de Anoeta por su parte, acoge bajo el título «Euskadi fantastikoa III», obras de José Ángel Lopetegi (Lezo, 1962) y Raquel Alzate (Barakaldo, 1972).

El primero, cuya trayectoria es representativa de la de buena parte de los dibujantes de su generación («Ipurbeltz», «Gabai», el filme «Kalabaza Tripontzia»...), presenta una treintena de láminas, entre ellas, algunas de su serie «Pirata» y también alguna inédita.

Alzate, por su parte, muestra 19 dibujos, procedentes de su serie «Mitologika» y de «La Cruz del Sur», hasta ahora su álbum de más éxito.

La exposición dedicada a Victoria Francés está dividida entre los cines Príncipe y la galería Vito. Aunque valenciana de nacimiento, la autora pasó su infancia en Galicia, en cuyos bosques, asegura, está el germen de sus dibujos preciosistas y rabiosamente góticos, en los que recrea la atmósfera de las narraciones de Poe o los poemas de Baudelaire.

Las tres exposiciones, que podrán visitarse hasta el próximo 24 de noviembre, se completan con algunas actividades paralelas, entre ellas, los talleres de animación para niños de entre 8 y 12 años, que tendrán lugar el 3 de noviembre en el centro Ernest Lluch. Los interesados deben dirigirse al teléfono 943 48 19 19.