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DESARROLLO URBANÍSTICO DE BILBO

Zorrotzaurre afronta una transformación radical

Tras las grandes cifras, la ambiciosa operación urbanística de Zorrotzaurre, la nueva área de expansión de Bilbo, se convierte en un ejemplo más de la falta de participación ciudadana, donde los intereses inmobiliarios priman sobre los que preocupan a sus moradores.

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Agustín GOIKOETXEA

Habrá que aguardar aún tres años hasta que comiencen los primeros trabajos relacionados con la compleja urbanización de Zorrotzaurre, en la que se invertirán inicialmente 291 millones de euros, aunque el montante final de la operación se estima en 1.425 millones. Antes, a lo largo de 2008 y 2009, se tendrá que redactar el Plan Especial que deberá aprobar el Consistorio bilbaino y la compleja reparcelación dada la gran cantidad de pequeños propietarios que existen.

La operación es dirigida a través de la Comisión Gestora para el Desarrollo Urbanístico de Zorrotzaurre, entidad integrada por el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno de Gasteiz, el Ayuntamiento de Bilbo, la Autoridad Portuaria, así como las empresas privadas Vicinay, Metrovacesa y Eurocis. A pesar de su envergadura e impacto, sus líneas estratégicas han escapado al debate ciudadano en profundidad.

La arquitecta anglo-iraní Zaha Hadid plasma en el Master Plan, que establece los usos urbanísticos futuros, la apertura del Canal de Deustua, con una anchura de 75 metros frente a los 50 iniciales, para evitar el riesgo de inundaciones y «potenciar su carácter de isla». El plan establece la construcción de 5.680 viviendas, densidad edificatoria que preocupa a los actuales residentes, crear un parque lineal de más de 40.000 metros cuadrados y define dos manzanas donde implantar un parque tecnológico y equipamientos sanitarios, con las sedes de BBK, la ingeniería Idom e Igualatorio Médico Quirúrgico como hitos.

El diseño de Hadid contempla ocho puentes para conectar la isla con el resto de la villa. El tramo de apertura del Canal -en la actual explanada de Botica Vieja- dispondrá de dos viaductos: el primero, más cercano a la Ría, para uso peatonal y del tranvía; y el segundo, en la prolongación de la calle Julio Urkijo, como conexión viaria entre la parte sur de la isla y Deustua. La conexión del tranvía con el Ensanche se efectuará a través de otro paralelo al de Euskalduna.

Se mantiene la previsión de cuatro puentes sobre el Canal, incluida la pasarela peatonal en que el alcalde quiere reconvertir el emblemático arco de San Mamés, para la conexión de Zorrotzaurre con San Inazio y Sarriko. Además, un nuevo puente móvil sobre la Ría unirá la isla con Zorrotza, con el fin de canalizar tanto tráfico principal como local, a la vez que permitirá una futura extensión del tranvía a Zorrotza.

Respecto a esta última infraestructura, en la presentación del nuevo Master Plan, Iñaki Azkuna aclaró que había que «ver quién paga el puente móvil, no sea que vayamos a crear una expectativa para los de Zorrotza que no se vaya a cumplir. Como con el arco del Athletic -aclaró el primer edil- se necesitan muchos más estudios».

A su vez, el arquitecto Iñaki Uriarte propone que los nuevos viaductos permitan la navegabilidad hasta el puente Euskalduna, a la vez que deja sobre la mesa la posibilidad de que se establezca un servicio de pasaje permanente para conectar las diferentes márgenes, como antaño sucedía con los numerosos gasolinos que transportaban principalmente a trabajadores y estudiantes desde la Ribera de Deustua a Olabeaga, Zorrotza y San Inazio, evitándose así el uso del vehículo privado.

Preocupa la densidad edificatoria

La valoración general de los habitantes de la Ribera de Deustua es «positiva», aunque -apostilla el vicepresidente de la asociación de vecinos Euskaldunako Zubia, Eneko Herran- «quedan aspectos por definir y habrá que ver, entre otras cosas, cómo queda el tema de las dotaciones de servicios como el ambulatorio, polideportivo,...». Les preocupa la densidad edificatoria, que definen como «excesivamente elevada. Nos asusta un poco el pensar que, de los actuales 500 vecinos, vamos a pasar a ser más de 15.000».

El planeamiento dibuja cuatro dotaciones educativas, agrupadas en dos parcelas, además de otra superficie de 15.000 metros cuadrados para un polideportivo, situado al lado del Canal, «que pueda incorporar instalaciones vinculadas al uso acuático y recoger las actuales del pabellón de remo», que gestiona el club de Deustua en la Ribera. También se hace una reserva de suelo para un equipamiento supramunicipal en el extremo norte de la isla.

Desde EAE-ANV, su electo Borja Sarrionandia-Ibarra demanda equipamientos educativos y sanitarios, ya que, por ejemplo, «los ambulatorios de Deustua y San Inazio están ya saturados antes de la llegada de 15.000 residentes nuevos». La formación ekintzale afirma que el único objetivo de esta operación es «hacer negocio u obtener un pelotazo» en vez de afrontar un plan de rehabilitación de la zona sobre las necesidades del barrio y su entorno.

El trabajo realizado por Zaha Hadid contempla conservar el barrio histórico, a la orilla del Ibaizabal, para lo que el Ayuntamiento y la Comisión Gestora destinarán 4,5 millones de euros a ayudas para la rehabilitación de los viejos inmuebles. Desde Euskaldunako Zubia les parece «importante» tal acuerdo, «máxime cuando se habla de una regeneración integral», aunque la delegada de Urbanismo, Julia Madrazo, puntualizó que no será el 100% de la inversión.

Herran añade que «para hacer una valoración más exhaustiva, faltan aún por fijar los criterios que marcarán el nivel de exigencia de esa rehabilitación y los porcentajes de las ayudas a que tendrán acceso los vecinos. Estos datos, junto con la propia ejecución de las rehabilitaciones, nos dirán si la cantidad puede ser suficiente o no», en referencia a la partida de 4,5 millones de euros.

Eneko Herran asegura que han recibido bien los cambios introducidos en el Master Plan. Es el caso, por ejemplo, del incremento de la extensión destinada a parques y el «pulmón verde frente a Sarriko»; o que se limite el número de carriles del víal central «evitando que la futura isla se convierta en un lugar de paso de vehículos, quedando seccionada en dos partes». También les agrada que se recoja el carácter básicamente peatonal de la actual carretera al borde de la ría, aunque reivindican «su peatonalización absoluta y su conversión en paseo ribera».

No ocultan su satisfacción porque se hayan rebajado las alturas de aquellos inmuebles a construir más próximos a los actuales o «que se consoliden los edificios de viviendas existentes junto a a algunos industriales», señalan desde Euskaldunako Zubia.

Entre las voces críticas se encuentra la del arquitecto Iñaki Uriarte, que no oculta su sorpresa porque un espacio tan grande y «determinante» para el desarrollo de la villa sea gestionado por una entidad privada, que adjudicó «a dedo» el proyecto de la arquitecta anglo-iraní Zaha Hadid, «no a una urbanista, que sería lo más adecuado».

Esta falta de transparencia la extiende al papel que se ha dejado jugar a los habitantes de la Ribera de Deustua. «Se les ha permitido hablar cuando lo básico estaba ya decidido. Es una más, pues anteriormente se organizaron unas jornadas en un simulacro democrático tardío, en las que gentes del mundo de la universidad rechazaron participar», recuerda Uriarte.

Diferente valoración hace Herran, que destaca que sí les han escuchado los promotores de la ambiciosa operación urbanística, excepto a la hora de fijar las densidades edificatorias. Comenta que se han reunido con los responsables municipales de Urbanismo «siempre que lo hemos pedido», al igual que con la Comisión Gestora, aunque las relaciones con este entidad han sido menores.

Uriarte achaca a los promotores «precipitación inmobiliaria y política por construir viviendas de protección oficial. Se pierde -subraya- la oportunidad soñada de diseñar una ciudad a escala humana no con calculadora», en la que podrían haber tenido cabida infraestructuras como los frontones y el pabellón de deportes que se construyen en Miribilla o el nuevo campo del Athletic, sin olvidar dependencias universitarias.

Asimismo, el arquitecto destaca un elenco de inmuebles residenciales e industriales que merece la pena mantener, aunque no estén catalogados. «Lo imprescindible no tiene que ver con el catálogo de urbanismo social que se propone. Quien ha vivido en una situación de abandono total por parte de las instituciones, tiene que tener la ocasión de estar en el repunte de la zona, aunque luego las inmobiliarias traten de lograr el canje metro por metro», reflexiona.

El que se haya anunciado que la antigua fábrica de Artiach y los edificios de Beta se destinarán a usos culturales lo considera «testimonial», citando un rosario de ejemplos. «No se trata de cumplir el expediente, el fracaso de Abandoibarra respecto a la conservación de la memoria industrial, debe servir para abrir los ojos; también con un criterio ecológico de evitar derribos de edificios», puntualiza Uriarte.

Tres grandes empresas -Vicinay, Eurocis y Metrovacesa- participan junto al Consistorio bilbaino, Autoridad Portuaria y Departamento de Vivienda de Lakua en la Comisión Gestora. Los pequeños propietarios de talleres se han agrupado para defender sus intereses mientras los arrendatarios tienen noticias del futuro de Zorrotzaurre por los medios de comunicación.

Es el caso de Carlos Azkue, que regenta un taller mecánico que fundó su padre hace 59 años. «No sabemos nada de nada. Ha habido reuniones de propietarios, que andan peleando por obtener una buena indemnización cuando lleguen las expropiaciones, y vecinos, que se han movido bastante desde el principio», explica.

Las estimaciones oficiales cifran en 130 las empresas asentadas en la península, en su mayoría pequeños talleres con pocos trabajadores, de los que se aventura que se podría mantener una veintena. Uno de los graves problemas que se atisban es el traslado de la actividad a otra área industrial.

Azkue aclara que los inquilinos llevan «20 años oyendo que nos van a echar. Todo son rumores, aunque auguramos que se derribarán estos viejos pabellones pronto. Es una lastima -subraya- que se rompa el tejido industrial que hay en la Ribera de Deusto», con las sinergias que se creaban entre los diferentes negocios.

Este pequeño empresario incide en que las instalaciones están obsoletas porque el Ayuntamiento no ha otorgado permisos de obras en años, por lo que han sido muchos los negocios que se han trasladado a polígonos de nueva construcción. «Los propietarios de los pabellones están deseando que les expropien por las rentas bajas de pagamos, aunque cuando se estableció aquí mi padre -hace casi 60 años- era caro. Los dueños están deseando que nos vayamos o que declaren los edificios en ruina. Nosotros esperamos que nos den alguna ayuda o subvención», confiesa.

Carlos Azkue recuerda que la actividad industrial en la Ribera de Deustua no ha sido fácil a causa de las sucesivas obras que han limitado el acceso a este barrio de la antigua anteiglesia de Deustua, como la construcción de un colector de saneamiento o las obras del metro y del puente Euskalduna.

La península se transformará en isla cuatro décadas después de construirse el canal

La península de Zorrotzaurre se transformará en isla cuatro décadas después de que finalizase en 1968 la construcción del Canal de Deustua, que se inició en 1950 retomando un proyecto de 1927. Se siguen así las recomendaciones de Lakua, que concluyó que es la mejor solución para evitar riesgos en caso de crecidas del Ibaizabal. Esta postura había sido defendida antes, entre otros, por el ingeniero de Caminos, Juan Luis Casado, frente al Consistorio bilbaino que, en la primavera de 2006, aún desechaba tal solución porque con la apertura de la dársena se perdían 24.000 metros cuadrados de superficie. A.G.

 

viviendas

se edificarán, de las cuales 2.840 serán libres, 1.420 tasadas y 1.420 de protección oficial, repartidas en inmuebles que crecerán, de forma escalonada, de 6 a 20 plantas de altura en los extremos.

673.000

metros cuadrados

es la superficie afectada por la operación urbanística, de los que 590.787 se destinarán a uso residencial, 133.428 a oficinas, 47.047 para comercial y 11.000 serán de equipamiento privado.

1.425

millones de euros

es la inversión total estimada en la ambiciosa operación urbanística de la iniciativa pública y privada. Sólo la urbanización de la futura isla de Zorrotzaurre costará 291 millones de euros.

La absoluta soledad de Haceria Arteak durante una década

hACERIA arteak es una entidad cultural que surgió en 1997 de una de las escuelas de teatro de Bilbo, cuyo objetivo principal es ser un vehículo para todos aquellos que quieren «hacer» y mostrar su arte. En esta década asentados en la Ribera de Deustua, su experiencia «ha sido de absoluta soledad, de trabajo duro, anónimo, solitario», confiesan, una vez que el Ayuntamiento ha direccionado la «movida cultural» hacia el área de Bilbao la Vieja, otra zona deprimida de la capital vizcaina en fase de regeneración urbanística, social y económica.

A pesar del bagaje que dan diez años de andadura, a este movimiento de ocio alternativo que apoya el nacimiento y consolidación del proceso creativo no se les ha consultado acerca de nada de los proyectos urbanísticos y culturales que las instituciones públicas y privadas pretenden emplazar en la isla de Zorrotzaurre. Es el caso de los edificios de galletas Artiach y Beta, que los responsables de la operación pretenden conservar y dedicar a actividades culturales. «No, no nos han consultado absolutamente nada», puntualizan desde hACERIA arteak.

Esta situación se repite, al igual que sucede con vecinos y pequeños industriales y dueños de talleres, en lo que se refiere al diseño del planteamiento urbanístico de la península. Es más, afirman que les preocupa «muchísimo» el futuro. «Nos tiene muy preocupados después de tantos años trabajando aquí» en su proyecto innovador, que ha concitado el interés de los propios residentes de la Ribera de Deustua y de distintos colectivos.

Además, hACERIA reivindica tener un espacio en la futura isla de Zorrotzaurre. También lo reclama el electo de EAE-ANV Borja Sarrionandia-Ibarra para «los miles de puestos de trabajo y cientos de pequeños talleres familiares que se encuentran en la zona, a quienes -resalta- aún no se ha ofrecido alternativa alguna».

En el ámbito de las infraestructuras culturales, sanitarias y deportivas, Sarrionandia-Ibarra demanda un gran polideportivo, ya que el que existe en Deustua, junto a Botica Vieja, está saturado, al igual que sucede con la centro municipal de distrito de Bidarte; las escuelas públicas, «que han rechazado alumnos»; o los ambulatorios de Deustua y San Inazio. IA.G.

465

vecinos

son los que residen en la Ribera de Deustua, que habitan en 200 viviendas que se respetarán. El Consistorio bilbaino y la Comisión Gestora destinarán 4,5 millones de euros a su rehabilitación.

40.000

metros cuadrados

tendrá un parque lineal en la zona central de la isla y junto al Canal de Deustua. Se ampliarán los jardines de Botica Vieja y se dispondrán cuatro «dedos verdes» de más de 5.000 metros cuadrados.

20

años

podrían durar las obras de transformación urbanística de la futura isla, operación que comenzó a vislumbrarse en 1997 cuando el Plan Territorial Parcial lo definió como el «Manhattan de Bilbo».

80

millones de euros

costará la construcción de la nueva sede de BBK en la que se concentrarán los distintos servicios de la entidad. Los trabajos comenzarán en 2009 y estarán concluidos cuatro años después.

8

viaductos

conectarán la isla, de ellos seis puentes y dos pasarelas peatonales, para lo que se quiere usar el arco de San Mamés. El de Zorrotza sería móvil para permitir la navegación por la Ría.

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