Congreso anual del partido nacional escocés
El SNP subraya que su Gobierno defenderá los intereses de la nación escocesa frente a Londres
El desarrollo de una Escocia próspera y con mejores infraestructuras, y el asentamiento en el poder del Partido Nacional Escocés (SNP) son las hojas de ruta hacía un mismo destino: La independencia de Escocia, que es la clave del proyecto del SNP. El partido celebró su congreso anual en las Highlands durante este fin de semana.
Soledad GALIANA | DUBLÍN
El primer ministro escocés, el nacionalista Alex Salmond, que celebra seis meses a la cabeza de un Gobierno de minoría, ha vuelto a ser protagonista de la actualidad británica durante este fin de semana.
La prensa inglesa auguraba que el dirigente independentista había dado carpetazo a su proyecto de referéndum de autodeterminación para 2010 ya que, en su discurso de apertura del congreso del SNP el pasado viernes, Salmond se refirió más a cuestiones económicas y sociales que a su ideario político.
Igualmente, en su intervención durante el cierre del congreso, el líder nacionalista habló más sobre infraestructuras que sobre independencia. Pero lo que no entienden los analistas británicos es que todos los caminos llevan a Edimburgo, y que la mejora de la autopista que une Glasgow con Edimburgo es una reafirmación de que lo importante es construir la unidad y fuerza escocesa frente a los nexos con Inglaterra.
En una entrevista con un programa de la BBC, Salmond respaldó también la creación de un Parlamento inglés, con competencias similares al galés y al escocés, -«creo en parlamentos independientes», explicó- y apuntó a que la idea de la independencia de Escocia está ganando apoyos no sólo en Escocia, sino también en Inglaterra.
La idea de los parlamentos independientes es una alternativa a la propuesta del partido conservador británico, que busca apoyos para prohibir a los diputados escoceses el voto en cuestiones relativas a Inglaterra que sean debatidas en el Parlamento británico de Westminster, en Londres. Mientras que los diputados del norte de Irlanda, Escocia, Gales e Inglaterra podrán votar en cuestiones generales, tales como impuestos, política exterior y defensa, un Comité Inglés será el responsable de cuestiones relativas exclusivamente a Inglaterra.
En lo relativo a la cuestión de la independencia, el SNP ha presentado una «conversación nacional» -accesible en la página web del partido (www.snp.org <http://www.snp.org)-. Una encuesta publicada por el dominical «Sunday Mail» apoya la teoría de Salmond, con un 33% de los encuestados en Inglaterra a favor de la independencia de Escocia. Esto supone un incremento de dos puntos con respecto al pasado año. El primer ministro escocés espera que este debate sirva para concienciar a la población escocesa de las ventajas de una Escocia independiente de cara a un posible referéndum en 2010.
Fue en el segundo día de la conferencia cuando la viceprimera ministra, Nicola Sturgeon, llamó a los seguidores de su partido a ser la «generación de la independencia», y recordó a las bases de su partido que es su deber cumplir con este proyecto tras su victoria en las elecciones escocesas de mayo, en las que arrebató el Gobierno autónomo al Partido Laborista por tan sólo un escaño.
Sturgeon quiso marcar la diferencia con la anterior Administración resaltando que el nuevo Ejecutivo defendería los intereses de la nación escocesa frente a Londres, y aseguró que en lo que se refiere a su programa electoral, «lo estamos cumpliendo a una velocidad que ha dejado a nuestros oponentes bien atrás», afirmó la ministra.
«En los próximos cuatro años, mientras seguimos cumpliendo con nuestras promesas, la experiencia y los logros serán los ladrillos de la independencia», precisó.
Durante la conferencia, las bases del SNP exigieron mayores transferencias de Londres a Edimburgo, que incluían desde la decisión sobre procesos electorales -el partido aprobó una moción para que voten todos los ciudadanos de más de 16 años- hasta los medios de comunicación.