ESK y STEE-EILAS han hecho llegar a los grupos políticos representados en la Cámara de Nafarroa una propuesta doble en relación con la concertación social, que plantea que los acuerdos intersectoriales y planes de empleo «pasen el control de un debate en pleno parlamentario», y que la Cámara de Comptos realice asimismo un «control fiscalizador de todo lo derivado y ejecutado del primer Acuerdo Intersectorial de Navarra», en referencia a los tres planes de empleo, los acuerdos en salud laboral y las subvenciones directas a patronales y sindicatos. Ambas centrales destacan que su propuesta busca el control de las cuentas públicas, por lo que «deberían ser aceptadas por todo el arco parlamentario, el mundo empresarial y todos los sindicatos, tengan la opinión que tengan».

ESK y STEE-EILAS critican la escasa incidencia de las medidas adoptadas por patronal, Ejecutivo y CCOO y UGT, el alto coste económico que representan y la «tremenda división sindical en Navarra, en un contexto de grandes cambios laborales y continuos conflictos». Recuerdan que ELA y LAB, que pasan del 10% de representatividad, «se sienten excluidos» y que los grandes beneficiarios de la fractura sindical son el Gobierno y los poderes económicos.