En los últimas semanas se ha incidido en la estadística negativa de la Real sin Vaughan. En los cuatro partidos que no ha jugado y el quinto en el que sólo aguantó una hora su equipo sólo ha sumado un empate y marcó un gol, pero también se puede hablar de la estadística sin Xabi Prieto en la derecha, que es igual de significativa.

En los cinco partidos que el donostiarra ha jugado en la banda derecha todo el partido la Real sumó tres triunfos ante Las Palmas (3-2), Elche (2-1) y Albacete (1-0), un empate en Xerez (1-1) y la derrota ante el Sporting (0-1), mientras que en los seis en los que no ha jugado en su puesto de inicio su equipo lleva un triunfo en Eibar (0-1), un empate en Ferrol (0-0) y cuatro derrotas ante Castellón (0-2), Poli Ejido (0-1), Las Palmas en la Copa (1-0) y Numancia (2-1). En los cinco partidos con él en la derecha la Real logró siete goles y en los otros seis sólo dos, uno de falta y otro de penalti.

Porque el problema no es que con la baja de Vaughan la Real se haya quedado sin un jugador de la banda izquierda, algo que el galés no es, sino que sin él se ha quedado sin su jugador de banda derecha. Es decir, de un problema Coleman hace dos.

¿Casualidad?

Cuando se le preguntó si es sólo casualidad que la Real tenga peores resultados cuando no juega en la banda derecha, Xabi Prieto se limitó a decir que «creo que es casualidad», aunque sobre su posición en el campo sí añadió que «son decisiones que toma el entrenador y yo encantado si salgo de titular. Sí es cierto que mi posición natural es la banda, pero el otro día jugué por el centro y no me encontré mal. Hubo momentos en los que estuve a gusto, pero nos cuesta buscar el pase adecuado para los delanteros. Seguro que los goles y los buenos pases llegarán. No hay que alarmarse y preocuparse».

Sobre todo lo que sucede cuando falta Vaughan, Prieto comentó que «David es el único jugador natural de banda izquierda y hay que buscar alternativas. Es normal que alguien tenga que variar su posición natural en su ausencia. No sé si es un crack o no, pero es un jugador zurdo. Como ha dicho el mister, da estabilidad y si sólo tienes un jugador específico de banda izquierda y no está, el equipo lo puede acusar y creo que lo está haciendo».

Admitía que «debemos mejorar a la hora de hacer ocasiones, todos tendremos que hacer más, intentarlo más. Llegamos arriba, pero en el último pase no acertamos. Nos cuesta superar al rival, romper líneas. Es algo en lo que debemos trabajar para mejorar. No creo que falten movimientos. Todo el mundo se mueve, quiere el balón, pero a veces el rival te tapa o no estás lo acertado que deberías».

Sobre el descenso del nivel del equipo en las segundas partes, respondió que «supongo que será casualidad. En un partido hay fases en las que te supera el rival y otras en las que dominas. En las primeras partes somos superiores y en las segundas nos cuesta más. No sé cual es la razón. Físicamente el equipo se encuentra bien y no creo que sea un problema físico».

También rechaza que sea un problema de adaptación a la categoría. «Llevamos tres partidos sin conseguir ninguna victoria, pero en Soria perdimos en el último minuto, ante el Sporting tuvimos opciones en el primer tiempo y el sábado conseguimos un empate. Fuera de casa hemos obtenido resultados buenos. Es en casa donde debemos hacernos fuertes y más seguros, pero el equipo está adaptado a la categoría».

Descartó igualmente que sea un problema de temores: «No creo que estemos atenazados, tampoco me pareció tan malo el partido de Ferrol. En la primera parte fuimos para arriba y llegamos por banda izquierda con centros, pero no estuvimos acertados en el último pase. Miedo no podemos tener, sabemos que somos capaces de hacer las cosas mejor, pero tenemos que demostrar que somos mejores. Nos está costando, son tres partidos en los que hemos logrado un punto, pero seguro que con el Hércules podemos vencer y vamos a encadenar otra racha buena. Este equipo puede estar mucho más arriba de lo que está ahora».