Jona Pamies Galimany Vilassar de Dalt
La otra cara de la luna
He leído con perplejidad las últimas declaraciones del nuevo cardenal, señor Martínez Sistach, sobre la memoria histórica.
Quisiera puntualizar que se santifica acertadamente ahora a algunos de los sacerdotes asesinados durante la guerra civil. Pero lo que ocurrió en los años 40 en el Campo de la Bota, en Barcelona, donde también hubo asesinados por el dictador, tenemos que esperar tres generaciones para cuestionarlo, según usted. Y, para más inri, sus jefes del momento lo paseaban bajo palio, y se acuñaban monedas con la leyenda «Caudillo de España por la gracia de Dios». Sin comentarios.
Sencillamente lamentable. Hay cosas que no cambian, el fascismo sigue latente.