El PKK hizo un llamamiento ayer al Gobierno turco para proponerle un «plan de paz», pero se mostró dispuesto a seguir combatiendo en defensa de los derechos de los kurdos.

En una entrevista con France Presse en el corazón del macizo montañoso de Qandil (Kurdistán Sur), un responsable del PKK, Abdurrahman Cadirci, lanzó este llamamiento la víspera de que Estambul acoja una cumbre de países fronterizos con Irak para analizar la crisis abierta por Ankara al amenazar con invadir Kurdistán Sur. En esta reunión también participarán los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, los integrantes del G8 y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

«Llamo a Turquía a que tenga el valor de presentar un plan de paz para resolver este problema», declaró Cardici, encargado de las relaciones exteriores del PKK. «Así, podríamos dejar las armas», añadió.

Ankara ha desplazado numerosas tropas en la frontera que divide al norte y al sur de Kurdistán y ha declarado su intención de atacar las bases del PKK en Kurdistán Sur.

«Hemos tomado todas las medidas políticas y militares para hacer frente a una incursión turca y todos los kurdos del mundo estarán a nuestro lado», advirtió Cadirci.

En este sentido, Cadirci subrayó que Turquía quedará aislada en la escena internacional si invade Kurdistán Sur» y que esta acción «está condenada al fracaso total».

«Los turcos ya han llevado a cabo 24 incursiones [en Kurdistán Sur] sin conseguir sus objetivos. Y en esta ocasión nadie les va a apoyar para actuar contra nosotros. No nos podrán eliminar», añadió Cadirci.