Euroliga
Zurbano: tierra sagrada para un Virtus que no es ni sombra de lo que fue
Los de Neven Spahija disfrutaron de un partido fácil en el que brillaron las acciones de Zoran Planinic
TAU BASKONIA 98
VIDIVICI BOLONIA 71
Arnaitz GORRITI | GASTEIZ
Zurbano sigue siendo terreno sagrado para Tau Baskonia. Desde finales de 2004 sigue invicto y, desde luego, si sus rivales no oponen mayor resistencia que la Virtus Vidivici Bolonia, la racha se alargará hasta el fin de los tiempos, o casi.
Esta versión 2007 de la Virtus no es, ni por cerca, como aquella que se las tuvo tiesas en la final de la Euroliga de 2001 y, en su regreso a Gasteiz, se llevó un severo correctivo.
Pronto dio el cuadro gasteiztarra apariencia de querer terminar por la vía rápida, y lo hizo a base de triples: Teletovic, Rakocevic y Vidal lo vieron claro desde la distancia. En el otro lado, tras los primeros titubeos, la defensa gasteiztarra se ajustó lo suficiente como para poder robar balones y lograr canastas fáciles. Sólo las individualidades de Holland y Anderson mantenían el marcador al final del primer cuarto: 26-17.
Magia croata
Pero la ruptura final llegó con el segundo cuarto. Parece que, al fin, ya está aquí la versión «mágica» de Planinic, de modo que Spahija le otorgó la titularidad en detrimento de Prigioni y, en este segundo período, protagonizó acciones preciosas como una asistencia a McDonald o un «dos más uno» lleno de calidad.
Los de Stefano Pillastrini se sabían netamente inferiores, ya que bajaron los brazos con excesiva facilidad. No obstante, jugadores como Crosariol o Giovannoni mostraron gotas de calidad e intensidad que, pese a no suponer el vuelco en el marcador, sí hicieron enfadar a un Spahija que quiso evitar a toda costa que el partido fuese un compendio de jogo bonito sin orden ni criterio. Un triple en el último segundo puso el 49-34 al descanso.
A partir de ahí, Virtus Vidivici Bolonia se deshizo como un azucarillo. La defensa gasteiztarra insistió lo suficiente como para que los italianos se ofuscaran y los locales se gustaran. El parcial de 29-13 del tercer cuarto evidenció que aquello no tenía vuelta.
El último cuarto estuvo de sobra. Si acaso, Jasaitis pudo volver a disputar unos minutos y hasta Lucho Fernández pudo debutar y, como corolario, Ander García -que tuvo en Rakocevic a su padrino particular- pudo salir a jugar. Todos felices.
Con gesto relajado aunque serio, Neven Spahija extrajo buenas conclusiones del choque de ayer, pero se quejó de la falta de seriedad de los suyos en el último cuarto.
«Hemos jugado bien hasta la parte final del tercer cuarto, pero a partir de ahí bajamos el nivel y rotamos mucho para evitarnos más lesiones, ya que nuestra plantilla es corta. Sin embargo, quiero que mi equipo juegue serio los cuatro cuartos y no sólo tres», declaró.
A. G.