M�s desuni�n e inestabilidad entre muchas inc�gnitas
Joseba ITURRIA
Convertir la Junta del d�a 30 en un nuevo debate sobre el futuro del club no ayuda nada a lo �nico importante ahora. que el equipo blanquiazul vuelva a Primera. A estas alturas de temporada sembrar el futuro de dudas, de posibles cambios y de desuni�n no ayuda nada. Es evidente que el medio que pone y quita Consejos ya ha tomado la decisi�n de cambiar y pondr� todo de su parte para que el d�a 30 as� sea, a base de enga�os. Se hace creer que con los guipuzcoano-chinos entrar�n millones de euros, se conseguir� el ascenso y vendr�n a la Real jugadores de primera l�nea internacional, cuando �stos son pocos y no jugar�an en Segunda salvo que se les ofrezca un dinero que tampoco garantizan los pretendientes al dominio del club. Porque si lo �nico a lo que se �comprometen� es a conseguir el equivalente a los ingresos por abonos que nadie espere fichajes de relumbr�n. Presentar al grupo de Badiola como inversor ya es una mala se�al. En el f�tbol actual no hay inversi�n posible. Los accionistas mayoritarios de todos los clubes lo �nico que hacen es poner dinero de su bolsillo para mantener sus caprichos, nadie gana dinero con el f�tbol. Pensar en los ingresos para la Real por ventas de sus camisetas en los aeropuertos chinos sin ning�n dato ni encuesta para sostener esa previsi�n hace recordar al fichaje de Lee y a la cantidad de camisetas que iban a venderse en Asia sin que aquello diera resultados. Son pocos argumentos para dar semejante poder a un grupo que no tiene ni idea de c�mo funciona un club de f�tbol. Uno est� cansado de ver listos que se creen que tienen la soluci�n para la Real, pero a la larga comprueban que sus fuentes de ingresos no dan m�s de s�. Lo peor en este caso es que estos se�ores quieren hacerse con el dominio del club para siempre -�a qu� precio piensan comprar las acciones?- sin ofrecer nada m�s que un planteamiento te�rico que pasa, como todos, por cambiar lo que hay. Cuando este club necesita estabilidad, que se apueste por un proyecto durante un tiempo hasta ver si funciona, a los cuatro meses se pretende cambiar todo. As� no hay manera de construir nada, sobre todo cuando se hace desde la desuni�n. Porque Badiola y compa��a, como en su d�a Denon Erreala, parten de la premisa de no pactar con el Consejo anterior, cuando el que est� en el poder tiene un apoyo importante de acciones. Adem�s la desuni�n parece casi una guerra porque circula la sensaci�n de que detr�s del movimiento guipuzcoano-chino hay un importante grupo en competencia con accionistas mayoritarios actuales. Hay muchas dudas, demasiadas, que tampoco se aclaran porque Badiola se ha limitado a lograr el apoyo del DV a cambio de exponerles en primicia sus ideas sin presentarlas p�blicamente para desvelar las muchas inc�gnitas que rodean sus intenciones.