Según datos de la Fundación Juan de Garay, en Argentina están censados cerca de 15.000 apellidos vascos. Como consecuencia de ello, algunos de los científicos, agentes culturales o deportistas de mayor prestigio en dicho país tienen origen vasco, al igual que un buen número de ex presidentes. Entre los deportistas, cabe destacar al tenista Mariano Zabaleta o el jugador de rugby Lisandro Arbizu. Aunque si hablamos de fútbol, son varios los jugadores de ascendencia vasca que han defendido los colores de la albiceleste, como es el caso de Enrique Chazarreta, Julio Olarticoechea, el `parapenaltis' Sergio Goycoechea o, recientemente, Rodolfo Arruabarrena. En esa cadena, el último caso es el de Pablo Zabaleta, internacional juvenil desde los 14 años¯concentrado en el complejo que la AFA (Asociación de Fútbol Argentino) tiene en la localidad de Ezeiza¯, campeón del mundo Sub20 junto a Messi y que acumula dos partidos con la absoluta.

De Leitza a Arrecifes

La historia de la familia Zabaleta tiene origen en Leitza. A principios del siglo pasado -Pablo no sabe el año exacto pero indica a GARA que su abuelo de 82 años nació ya en Argentina-, su bisabuelo dejó Euskal Herria. Pasadas dos generaciones desde su marcha, la familia Zabaleta seguía mirando a su país de origen. Pablo, que de niño era apodado «el vasquito», recuerda que durante su infancia eran frecuentes las visitas al Centro Vasco Euskaldunak Denak Bat de Arrecifes, «solíamos ir mucho a las fiestas y celebraciones que allí se organizaban, todos vestidos de vascos, bailábamos y todo este tipo de cosas. Luego, con 12 años fuimos a vivir a Buenos Aires e íbamos menos, pero guardo un lindo recuerdo de todo ello».

Unas actividades que se limitaban al ámbito cultural, «sí, por ejemplo no hacíamos actividad deportiva alguna, eran comidas y después de comer llegaban los bailes típicos, bailar en punta de pie, ezpatadantza y ese tipo de cosas». Una situación que se extiende a toda la provincia de Buenos Aires, ya que el lateral desconoce la existencia de ningún equipo que tenga como referencia a los jugadores de origen vasco.

Zabaleta dio el salto a Europa en 2005. Ese verano, el Espanyol que dirigía Miguel Angel Lotina, abonó cuatro millones de euros a su club de origen, el San Lorenzo de Almagro, por su fichaje. Durante estos dos años Zabaleta ha vivido experiencias contrapuestas en las filas periquitas.

Elogios para Valverde

En su primera temporada, tras ganar la Copa en el Santiago Bernabéu al Zaragoza, los catalanes sufrieron un bajón que estuvo a un paso de mandarles a Segunda División. Asimismo, la pasada campaña los problemas se apoderaron de la escuadra catalana en las primeras jornadas, pero el buen hacer de Valverde recondujo la situación hasta el punto de llegar a jugar la final de la UEFA en Glasgow ante el Sevilla.

Un periplo rápido y con altibajos que el lateral resume asegurando que «no pensaba que en tan poco tiempo iba a vivir cosas importantes como ganar una Copa en mi primer año o jugar la final de la UEFA al siguiente. La temporada en la que llegué fue difícil, ya que pese a ganar la Copa, terminamos peleando por evitar el descenso. Pero bueno, más allá de esa mancha y el sufrimiento de aquel partido frente la Real, la verdad es que estoy muy contento en este club». A partir de ahora, destaca que «queremos que el Espanyol tenga una mayor estabilidad, que es el primer paso para ser un club grande, y que esté todos los años cerca de conseguir cosas importantes».

Una figura clave en dicho empeño es Ernesto Valverde. El técnico gasteiztarra ha conseguido situar al Espanyol en los puestos cabeceros del campeonato practicando un gran juego. En el mismo, una de sus principales armas es la vertiginosa transición entre defensa y ataque, sobre la cual Zabaleta reconoce que «Ernesto hace hincapié en que seamos un equipo rápido para atacar tras recuperar el balón, ya que de media cancha para arriba tenemos gente muy importante». No sólo eso, sino que el arabarra es un míster que se ha ganado a sus jugadores, tanto que Zabaleta asegura que «está demostrando ser un gran técnico que trabaja muy bien, con una gran capacidad para dirigir que habla mucho con los jugadores, todos estamos muy contentos y los resultados están llegando». En ese sentido, destaca que «no va a pasar mucho tiempo para que un grande se lo lleve».

«Hincha del Athletic»

El próximo domingo su rival en la montaña mágica de Montjuïc será el Athletic, un equipo al que Pablo conoce bien. En el apartado deportivo, el internacional albiceleste destaca que, el rojiblanco, «es un equipo duro y difícil, con un entrenador que hace mucho hincapié en ser un conjunto sacrificado y que muerda al rival».

En su Argentina natal, Zabaleta conocía la filosofía del club, un hecho que junto a su ascendencia hace que tenga un aprecio especial por el equipo vasco. En su opinión, «la filosofía que tiene el Athletic no es algo habitual, ni aquí, ni en el resto del mundo. Es algo realmente sorprendente y lindo a la vez, para hinchas y jugadores tiene que ser algo muy emotivo representar a un equipo que juega únicamente con jugadores surgidos en el País Vasco». Por todo ello, Zabaleta destaca que «la verdad es que yo soy hincha del Athletic, porque mis antepasados son de allí, eso es algo que tira y yo siempre quiero que le vaya bien».

Un aprecio evidente, ya que al ser cuestionado sobre como vería la posibilidad de jugar algún partido con la selección nacional de Euskal Herria, Zabaleta contesta lo siguiente: «La verdad es que no sabría qué decirte, sería algo curioso y no tendría una respuesta clara, ya que me sorprendería que me llamasen para un partido así... Quizá, en un momento dado, me gustaría más jugar con el Athletic».