GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

CRÓNICA | Temporal en el mar del norte

La alerta quedó en un susto que puso a prueba las barreras de contención

Las peores previsiones no se cumplieron, por lo que, afortunadamente, no se registraron daños personales y los destrozos provocados por olas y vientos tampoco fueron catastróficos. No obstante, en las costas de Noruega, Escocia, Inglaterra y Países Bajos la jornada se vivió con preocupación. Los sistemas de alerta y de contención de inundaciones sí se pusieron en marcha.

p006_f02.jpg

GARA

Vientos de fuerza 9 en las costas neerlandesas; rachas de hasta 190 kilómetros por hora en las islas escocesas y las plataformas petrolíferas noruegas; gran oleaje coincidiendo con la pleamar en la desembocadura del Támesis... Éstas fueron las previsiones que, desde la tarde del jueves, encendieron las alarmas en los países ribereños del Mar del Norte.

Y, como ya es habitual, antes de que se confirmaran esos pronósticos, los medios de comunicación buscaron en los archivos hasta encontrar datos que contribuyeran a aumentar la inquietud de la ciudadanía. Así, un portavoz del Ministerio holandés de Transportes estimó que la violencia de la tempestad podría aproximarse a la de la registrada en 1953, cuando murieron cerca de 1.800 personas y otras 72.000 fueron evacuadas. En esta ocasión, el complejo de tormentas que ha dejado la cola del huracán Noel en el Mar del Norte no ha provocado víctimas, al menos de forma directa. El pasado fin de semana, al cruzar el Caribe, el «auténtico» Noel sí se cobró la vida de al menos 113 personas en Haití y la República Dominicana. Ayer, en el noroeste europeo la jornada no fue tan dantesca como se había pintado, ni sus consecuencias fueron tan trágicas como al otro lado del Atlántico.

No obstante, las aguas inundaron grandes áreas costeras y miles de personas fueron evacuadas. Como informa Soledad Galiana para GARA, la marea no causó grandes años en la ciudad de Great Yarmouth, en Norfolk (este de Inglaterra), y los evacuados pudieron regresar a sus casas horas después de ser desalojados. La crecida de la marea fue de unos veinte centímetros menos de lo esperado. El mayor riesgo en el condado de Norfolk se situaba en las rías de Bure, Yare y Waverey. La Agencia de Medio Ambiente pidió a los residentes en la costa de Kent que se mantuvieran atentos a las próximas pleamares. Las instalaciones portuarias de Felixstowe fueron cerradas y la compañía ferroviaria One suspendió su servicio entre Lowestoft y Norwich debido a inundaciones en el recorrido.

El primer ministró británico, Gordon Brown, convocó al denominado Comité Cobra para emergencias a las seis de la manana. «Nuestra prioridad es asegurarnos de que la gente está a salvo; por ello estamos llevando helicópteros, sacos de arena... Estos preparativos son necesarios», recalcó.

En 1953, grandes áreas de los condados de Lincoln, Norfolk, Suffolk, Essex y Kent quedaron sumergidas por las mareas, con olas de hasta 3,2 metros, y fallecieron 307 personas.

Maniobra de tres horas

Durante la noche del jueves al viernes, según informó la agencia France-Presse, por primera vez fue accionada la gigantesca barrera anti-tempestades de Rotterdam. La Maeslantkering, inaugurada en mayo de 1997, permite cerrar el canal que une la ciudad con el Mar del Norte, el Nieuwe Waterberg, cuando las aguas alcanzan un nivel crítico. Está formada por dos puertas semicirculares de 210 metros de largo y 22 de alto, para cuya construcción se necesitaron 15.000 toneladas de acero, dos veces más que para levantar la torre Eiffel. Se tardó más de tres horas en completar la maniobra de cierre de la Maeslantkering.

Esta barrera protege tanto la región de Rotterdam (Holanda del Sur) como la vecina Zelanda, provincia compuesta por numerosas islas situadas en el delta que forman varios brazos del Rhin. Zelanda fue devastada por las inundaciones el 1 de febrero de 1953. Tras la ruptura de una veintena de presas, el mar anegó en pocas horas 200.000 hectáreas de tierras situadas por debajo del nivel del agua, los polders. Como se ha indicado más arriba, murieron más de 1.800 habitantes de medio centenar de localidades.

Ayer las medidas de prevención se impusieron en el conjunto del país y, por primera vez desde 1976, los servicios de vigilancia de diques fueron puestos en alerta a lo largo de toda la costa, sobre unos 450 kilómetros. Estas medidas, así como las propias inclemencias meteorológicas, afectaron notablemente al transporte de mercancías.

En Alemania, el puerto de Hamburgo, situado sobre el Elba no muy lejos de su desembocadura, quedó parcialmente inundado. Las aguas alcanzaron un nivel récord desde el registrado en 1990. Con vientos de hasta 100 kilómetros por hora, el agua superaba en 3,33 metros el nivel habitual.

En pleno Mar del Norte, las compañías petrolíferas decidieron cerrar las plataformas noruegas, reduciendo temporalmente en un 10% la producción diaria de ese país, el quinto exportador mundial de crudo.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo