La presentación del anteproyecto corrió a cargo del consejero de Economía y vicepresidente, Álvaro Miranda, que volvió a dirigirlo casi en exclusiva al PSN, el partido destinado a sacarlo adelante, y más aún después de que Miguel Sanz afirmara tras visitar a José Luis Rodríguez Zapatero que había recibido garantías de estabilidad. De hecho, el inicio de este proceso no ha podido ser más peculiar, ya que el Ejecutivo trasladó con carácter previo a la presentación de ayer un borrador al PSN para que diese su opinión.

Aunque desde este partido se replicó que no iban a entrar en una negociación previa y se rechazó públicamente esta jugada, la realidad muestra que el Gabinete de Sanz ha tenido en cuenta la opinión del PSN, ya que el anteproyecto presentado ayer no coincide con el borrador. Por ejemplo, el montante total se ha incrementado desde los 4.167 millones de euros iniciales a los 4.286. Esto, por otra parte, supone un incremento de casi diez puntos (9,87%) respecto al del ejercicio actual.

Miranda justificó el crecimiento presupuestario en que la situación económica y fiscal lo permite a pesar de que las previsiones «no son especialmente halagüeñas». El consejero subrayó, entre las medidas «merecedoras del apoyo» del PSN, las partidas dedicadas al plan de reducción de listas de espera en Osasunbidea, para lo cual se destinarán 15 millones de euros al incremento de personal y un plan de financiación especial para los ayuntamientos navarros dotado con 10 millones. Además se destinan 5 millones de euros para la adquisición y promoción de suelo y vivienda, 3 millones para la extensión del ciclo 0 a 3 años, 3 millones para el plan de gratuidad de libros de texto y 2,5 millones para la carta de capitalidad de Iruñea.

Se incorporan también nuevas medidas fiscales relativas al IRPF como la incentivación del alquiler de viviendas, mediante la reducción del 55% en el impuesto de la renta obtenida por el propietario.