En las afueras de La Habana, el extenso recinto de Expo-Cuba acoge la XXV edición de la Feria Comercial del país antillano, la más importante y concurrida de sus bolsas de negocios. En su ya tradicional espacio, denominado de la Defensa, varias ikurriñas y un cartel anuncian el pabellón del País Vasco, como viene siendo ya habitual desde hace años.

En el interior de una amplia e iluminada edificación modular, 26 stands, que representan a 150 firmas y empresas vascas, muestran exposiciones de productos y servicios que abarcan una gama importante de sectores que van desde la construcción, energías, máquina herramienta, hasta refrigeración, proyectos y montajes, ingenierías industriales, y un largo etcétera. Algunos de los expositores son ya veteranos en Cuba, como Ugao, Guascor, Miesa, EH, Berotz y Unceta. Otros son nuevos o recientes, como el grupo guipuzcoano Ramón Vizcaino y Fagor.

Organizado y coordinado por la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, el pabellón vasco ha recibido una nutrida representación institucional. Es el caso de Joseba Jaureguizar, director de Ciencia y Tecnología del Gobierno de Lakua, Leire Madariaga, subdirectora general de la SPRI, que cuenta con una importante oficina en Cuba, y de Juan Ramón Ibarra, director de Internacionalización de la Cámara de Gipuzkoa.

También diversas personalidades cubanas han visitado la exposición vasca, como los vicepresidentes del Consejo de Ministros, José Ramón Fernández y Otto Rivero, el comandante de la Revolución y Ministro de la Electrónica e Informática, Ramiro Valdés, el también comandante de la Revolución Guillermo García, así como un nutrido grupo de viceministros y altos responsables de las instituciones cubanas relacionadas con la Industria, el Comercio y la Construcción.

Su presencia sólo confirma la importancia que han ido adquiriendo estas empresas en la economía cubana, y la consideración y respeto que se han ganando con su trabajo a través de años de relaciones y proyectos compartidos.

Además, el pabellón vasco ha sido durante estos días escenario de una serie de conferencias y reuniones, cuyas temáticas muestran un amplio intercambio de conocimientos y tecnologías con especialistas cubanos, en materias como la protección en el trabajo, la refrigeración, la energía y técnicas de la construcción.

Además aprovechando esta intensa actividad comercial, se inauguraron la oficina de Fagor en Cuba y la nueva sede de la empresa Guascor, al tiempo que se presentó la empresa mixta Gecar SA, constituida entre la misma Guascor y el Ministerio de la Industria Básica, MINBAS.

Apoyo financiero

Si en el pasado año hubo un espectacular crecimiento de las exportaciones vascas a Cuba, en este ejercicio las expectativas apuntan a repetir las mismas cifras sin grandes crecimientos, pero los empresarios consultados no parecen preocupados y señalan que las importaciones cubanas crecieron apenas un 3%, mientras que la subida de la cotización del euro repercute negativamente en sus operaciones. De todas maneras, las opiniones son unánimes al considerar que la presencia comer- cial de la industria vasca está consolidada y que la economía cubana muestra desde hace al menos tres años una clara reordenación y seriedad en sus compromisos comerciales y de pagos, avalada por un sistema financiero nacional sólido, por lo cual se muestran optimistas.

Sin embargo, las opiniones de los interesados siguen apuntando, como en ocasiones anteriores, a que para poder dar un salto cuantitativo importante se requiere de un decidido apoyo financiero y señalan lo contradictorio de que sus fuentes de financiación sean Caja Madrid, el Banco Sabadell o el Mediterráneo y no entidades de crédito vascas, más cuando consideran que la práctica diaria está demostrando que Cuba es un excelente mercado para este tipo de operaciones financieras.

Los empresarios vascos se plantean como objetivos para el próximo ejercicio el mantenimiento de sus cuotas de mercado y la consolidación de sus relaciones comerciales e institu- cionales, elementos esenciales en una economía como la cubana, centralizada y de planificación, que tiene en marcha importantes planes de desarrollo social y energético.

Pero además de afianzar su trabajo, piensan que hay nuevos espacios que se van abriendo, y que ofrecen amplias posibilidades, como son los casos del petróleo, el ahorro energético y la construcción.

Además, Ion Zabaleta, de la Cámara de Comercio guipuzcoana, apunta las potencialidades de la industria del conocimiento (I+D) y de la posible reactivación de sectores más tradicionales, como el turismo y el azúcar, que conllevarían una importante dinámica de inversiones, construcción e insumos.

Por su parte, María Kovesdi, directora General de la consultora MKM, confirmó la buena salud que ha mantenido la empresa vasca en Cuba durante este año y aunque se repitan las cifras del año anterior, no parece inquieta por el fututo cercano, pues considera que la presencia vasca es sólida y la economía cubana ofrece signos claros de recuperación, compromiso y apertura a relaciones comerciales más amplias para las que la empresa vasca esta bien preparada y cuenta con experiencia.

Cuba, el cuarto lugar

Cuba es el cuarto lugar en el continente americano para las exportaciones vascas, detrás de EEUU, México y Brasil, lo que es de destacar si tenemos en cuenta las enormes diferencias de población y economía; los montos comerciales han alcanzado cifras respetables y consolidadas que además benefician directamente a la economía vasca en todos sus aspectos.

La apuesta de una cantidad apreciables de empresas vascas por el mercado y las relaciones con Cuba, en épocas en muchas ocasiones difíciles, ha dado sus frutos y deben ser tenidos en cuenta a la hora de recabar los apoyos necesarios para que esta relación crezca y se profundice, más aún cuando parecen estar dadas todas las condiciones para un salto importante.

Hoy, con el cierre de la Feria de La Habana, recomenzará para las empresas el trabajo de todos los días, más callado pero a todas luces eficiente por sus resultados, y que tiene su expresión pública todos los años en esta feria. La presencia de un pabellón vasco diferenciado no ha sido fruto de la casualidad, sino de un largo quehacer que ha conseguido que el término empresa vasca sea sinónimo de calidad, eficiencia, trato cercano y seriedad en todas las instituciones e industrias cubanas que trabajan con ellas.