La localidad de Undio (Undiano) sería probablemente la más afectada por la futura escombrera, ya que los núcleos poblados más cercanos se encuentran a tan sólo 250 metros del perímetro del vertedero.

Al igual que la mayoría de los vecinos, Joaquín Herrero, presidente del Concejo de Undio, se muestra muy preocupado por las afecciones que la futura escombrera tendría para la calidad de vida del pueblo, donde viven unos 155 habitantes. El proyecto prevé que este descomunal vertedero estaría a sólo 250 metros de las casas de la nueva urbanización, casas que, curiosamente, no aparece en las fotos de los planos que han presentado las empresas promotoras.

«Además, este vertedero nos cortaría dos caminos. Por un lado, el camino que va de Undiano a Astrain, porque ahí estaría el dique de la escombrera, y por otro lado, el que va de Undiano al puerto del Perdón por la antigua carretera. Esto acarrearía muchísimos inconvenientes para los vecinos y, sobre todo, para los agricultores, que ya no podrían transitar tranquilamente por allí», según advierte Joaquín Herrero.

Además de las afecciones ecológicas y paisajísticas, el presidente del Concejo de Undio apunta que el polvo y los ruidos generados por los camiones y otra maquinaria pesada también provocarían importantes molestias a los vecinos. «Las empresas dicen que no va a haber polvo, que ya regarán, pero ya sabemos por anteriores experiencias que eso sólo lo hacen el primer día. También dicen que los ruidos no se oyen, pero hemos estado viendo el vertedero de Esparza y hemos comprobado que los portones de los camiones hacen muchísimo ruido, porque para descargar tienen que moverlos para adelante y para atrás».

Otro argumento que ofrece Joaquín Herrero para oponerse a este proyecto es el «peligro» que acarrearía, porque «aunque dicen que con el vertedero se estabilizarían las laderas del monte, ni siquiera han hecho el estudio topográfico que les han pedido».

Al igual que su vecino Enrique Miranda, el presidente del Concejo de Undio advierte de que la escombrera cubriría por completo la regata Oiartza, que transcurre por mitad del valle antes de ir a parar al río Arga. «Pretenden entubar esta regata con dos tubos de 15 centímetros de diámetro, alegando que es discontinua. Pero esta regata siempre lleva agua, e incluso en abril se desbordó -recuerda- y las aguas cortaron la carretera general. Las empresas dicen que es de agua salada y que no hay fauna, pero están en un error. Es cierto que nace cerca de las Balsas del Agua Salada, pero son de agua dulce, aunque se denominen así».