Tres días después de que llegara a Santutxu, tras siete años en cárceles españolas, Iñigo Muerza recibió ayer el afecto y homenaje de numerosos vecinos del barrio, el mismo en el que el pasado miércoles la Ertzaintza cargara con dureza contra las personas presentes a la finalización de un sencillo acto celebrado en la herriko taberna del barrio.

Mientras recibía besos y saludos de amigos y vecinos, el propio Muerza, recordó el viaje de vuelta. Al llegar les explicaron la situación, mientras era evidente el movimiento de dotaciones de la Ertzaintza. «Había dudas pero finalmente llegaron a un acuerdo, tras registrar los datos de un vecino. Aceptaron que si yo entraba en la herriko, junto al resto de la gente, dejarían realizar el acto. Nosotros cumplimos nuestra parte, ellos no cumplieron la suya; no hubo grito alguno, la gente cumplió durante el recibimiento, y cargaron justo cuando acabó el acto, diciendo que alguien había gritado un irrintzi», recordó Muerza.

La carga policial contra quienes estaban en el exterior porque no había sitio dentro de la herriko taberna fue contundente, llegando la Ertzaintza a lanzar pelotas al interior tras romper los cristales y registrándose varios heridos, así como dos detenciones. Muerza valora que la decisión de cargar «la tenían tomada de antemano, teniendo en cuenta además que había medios de comunicación; por eso creemos que fue algo totalmente propagandístico».

El ex preso añadió que dentro del local estuvo «muy contento, con la pena de detención y la nariz rota. Hubo un punto de tensión, pero se llenó de gente que hizo frente a la situación. Fue un acto sencillo, pero muy bonito». Ayer a mediodía se celebró una primera concentración en Basarrate, con una pancarta en favor de la libertad de expresión y presencia policial. Posteriormente y, a lo largo de toda la jornada, se jalonaron actos en diferentes plazas y calles, con participación de numerosos vecinos. Hubo kalejira de plaza en plaza, música y una comida popular; a Iñigo Muerza le bailaron el aurresku de honor, le dedicaron bertsos, y fue obsequiado con flores, un pañuelo y el quinqué, entre otros regalos. Hubo un momento de tensión al aparecer tres furgonetas de la Ertzaintza frente a la herriko taberna en un momento concreto de la fiesta, pero no se registró incidente alguno.

Concentración por Bilbao Moro

La iniciativa ciudadana en favor del preso erandiotarra Jon Bilbao Moro se concentró ayer ante la Subdelegación del Gobierno español en Bilbo, para denunciar la situación de este prisionero que va a cumplir próximamente 26 años en cárceles españolas, cuando según la ley penitenciaria española, debía haber salido en libertad «al menos hace tres años». Esta iniciativa conoce el compromiso y el trabajo de un amplio espectro político, social y cultural en el municipio de Erandio, entre otros, del propio alcalde del municipio, al objeto de que Bilbao Moro salga en libertad.

Por otro parte, en favor de los presos políticos, en Ermua se concentraron 60 personas y en Hondarribia, 36.