ENTREVISTA con EL PRESIDENTE DEL ATHLETIC
«El mantener un club de base popular requiere el esfuerzo de todos»
Fernando García Macua | Presidente del Athletic
Beñat ZARRABEITIA | BILBO
Fernando García Macua recibe a GARA en su despacho del Palacio Ibaigane. Allí, desgrana algunos de los aspectos de mayor calado alrededor del Athletic.
Han pasado más de dos semanas desde que la asamblea de compromisarios rechazó sus cuentas, ¿esperaba esta decisión?
Cuando te sometes al pronunciamiento de un colectivo, puede ocurrir que no hayas explicado bien tu planteamiento y que recibas una votación en sentido negativo. Quizá, por el convencimiento de que lo que planteábamos era lo mejor para el club, sí existió un grado de sorpresa.
A la conclusión de la misma, aseguró que la decisión de los compromisarios le parecía «poco coherente», ¿lo sigue pensando?
Quiero explicar lo que quise transmitir. Partiendo de la absoluta aceptación de un pronunciamiento libre y democráticamente expresado por los compromisarios, lo que manifesté es que percibía un cierto grado de incongruencia entre el resultado de la primera votación y la segunda. En ese sentido, la primera venía a poner encima de la mesa el resultado deficitario de la temporada 2006-2007 y a la luz de esos números, la junta directiva entendió, y entiende, que había que hacer una serie de esfuerzos en determinados ámbitos, entre los que estaba la adecuación de las cuotas.
Yo pretendí decir que había una cierta incongruencia o que quizá no habíamos sido capaces de explicar lo suficientemente bien lo que supone cerrar un ejercicio con 4'5 millones de déficit en la perspectiva de medio plazo para el club.
¿Van a volver a presentar el mismo presupuesto?
Nosotros estamos esperando a ver el cierre de octubre, que es algo que nos ha determinado también el tema de la fecha, ya que ese cierre va a suponer que tengamos ejecutados cuatro meses del ejercicio cuyo presupuesto se va a llevar a votación. La impresión que tenemos es que el presupuesto que presentamos está muy fundamentado en lo que es la realidad de club. Se ha firmado algún contrato de patrocinio, no de la camiseta, que no estaba previsto y eso va a suponer una pequeña cantidad en ingresos y otros gastos como el del Euskalduna.
Parece claro que se mantiene la subida entre los 37 y 118 euros.
Bueno, hay subidas que si se mantienen los beneficios a determinados colectivos, que nos ha parecido que se pueden tener con ellos en el conjunto de socios cierta sensibilidad, para los que no son 37. En cualquier caso, una de las alternativas que estamos barajando es si efectivamente, como algunos grupos nos están pidiendo, tenemos que ir a una subida que sea más lineal y con menos beneficios. Nosotros preferimos, tenemos ese compromiso electoral además, que el socio del Athletic pueda mantener esa sensibilidad hacia los discapacitados, los mayores o niños, pero la verdad es que estamos teniendo sugerencias de ir a una subida lineal. Entonces, porcentualmente para todos sería menor, porque el impacto de esos beneficios se repartiría entre todos los socios. No lo sé, es algo que tenemos que definir en los próximos días. Eso sí, no oculto que la línea va a ser prácticamente igual.
Una subida como la de este año puede dificultar mucho que en el futuro vuelva a plantear nuevos incrementos.
Mira, yo creo que al final el fútbol profesional está metido en una vorágine y en unas dimensiones prácticamente inconcebibles. Un club como el Athletic, que tiene las señas de identidad que tiene, que estamos todos empeñados en mantenerlas, nos va a exigir ser consecuentes. El otro día te leía una reflexión sobre si la política de cuotas tiene algo que ver con que el club se convierta en elitista. Para mí es todo lo contrario, para tener un club de base popular como es el Athletic, y que no concebimos que no la tenga, tenemos que tener claro que eso igual requiere un esfuerzo de todos.
La base popular del Athletic exige un esfuerzo, que puede ser más fácil porque somos 34.000 para arrimar el hombro, tenemos que tener claro el entorno en el que estamos. El mundo del fútbol se mueve en unas dimensiones económicas que de ser más reducidas tendría el mismo montaje y espectáculo, absolutamente de acuerdo. Pero es muy difícil que tenga unas dimensiones distintas, estamos en el mercado en el que estamos y queremos competir en él. Para ello, tenemos que tener fortaleza económica, ya que si no estamos condenados a pasar por trances que estamos viendo en casos próximos.
¿Se especula con que la próxima asamblea se celebrará a mediados de diciembre?
Estamos barajando varias fechas dentro de diciembre, un mes donde confluyen varias circunstancias. La primera semana es un poco rara, por el puente, también está el tema de los plazos además de la propia disponibilidad del Euskalduna, que condiciona mucho. A todo ello hay que sumar que las últimas semanas de diciembre suelen ser especiales. Por tanto, está claro que será a mediados de diciembre, pero dependerá de la disponibilidad del Euskalduna.
¿Qué ocurrirá si la asamblea vuelve a decir que no?
Bueno, tendremos que entrar en un período de reflexión respecto al escenario que se plantea. Entiendo que es algo que debiera de hacer no sólo la junta directiva, sino los socios compromisarios, el conjunto de socios y el entorno del Athletic, sobre qué modelo de club queremos. Quien ha perdido cuatro millones y medio de euros, tiene una sucesión continúa de ejercicios deficitarios, un fondo de maniobra negativo de más de 20 millones de euros y que si no hubiéramos vendido a Asier del Horno hace tres años la situación sería mucho más acuciante, somos nosotros. Plantearnos que vengan desde fuera a arreglárnoslo no me parece realista, ni consecuente, ni responsable desde el colectivo de socios entre los que me incluyo.
Pero el futuro del club pasa por la contención del gasto...
Eso no hay ninguna duda de que es así. Pero en el presupuesto que hemos planteado nosotros vamos a un incremento del gasto respecto al realizado en el ejercicio anterior que ronda un 5-6%. Teniendo en cuenta que la inflacción ha sido un 4%, el crecimiento del gasto ha sido del 1%. En cuanto a los ingresos, estamos planteándonos una media del 14%, y hemos planteado incremento en los atípicos, los institucionales y las cuotas.
Hablemos de la publicidad. Es cierto que la asamblea ha ratificado en dos ocasiones que existe esa posibilidad, usted hace mención a él como un tema «superado», pero también reconoce que es un paso «delicado», ¿no es una contradicción?
Todos conocemos la especial forma de ser de nuestro club y su entorno. También fue el Athletic el último club, tras un intenso debate, en el tema de las vallas publicitarias.
Es un tema sustancialmente superado, aunque reconozco que puede haber gente legítimamente discrepante con ese planteamiento, ya que no sería sano que tuviéramos una absoluta unanimidad. Eso sí, por la especial naturaleza de nuestro club es algo que tenemos que hacer con mucho cuidado respecto a quien es el anunciante, su vinculación con nuestra sociología, con nuestro país y con nuestra forma de entender las cosas. Queremos ser muy cuidadosos a la hora de dar ese paso.
Pero es un paso con el que luego, según surjan necesidades, se puedan cruzar más puertas...
Eso ya dependerá de los que en cada momento estén en el Athletic teniendo un nivel de responsabilidad institucional o conformando el entorno. Queremos un club de base popular, que compita al máximo nivel posible y que mantenga una serie de intangibles por encima de toda consideración, pero yo creo que esa es una ecuación que se asemeja a la teoría de la manta corta, es muy difícil. Para mantener lo esencial, tenemos que ir renunciando a aspectos menos trascendentes.
Se ha especulado con que ha podido haber alguna negociación con una marca deportiva. ¿Es eso cierto?
No hay negociaciones. En el club se reciben muchas propuestas y planteamientos de muchos tipos de servicios. Estamos en una fase de diagnóstico de lo que es la marca Athletic y no hay ninguna negociación con marca deportiva alguna.
En cuanto a la junta, uno de los hombres con más peso en el apartado deportivo es José Inchaurraga, una persona que ha estado en una directiva que le le dio la baja a Aitor Ocio, Gorka Iraizoz o Aritz Aduriz, jugadores por los que ha habido que pagar mucho.
Yo creo que eso respondía a un modelo distinto del nuestro, ya que entonces había un director deportivo que tenía las competencias exclusivas en ese apartado. Un modelo totalmente distinto al que nosotros vamos a plantear, mucho más colegiado. En la medida en la que seamos capaces de porcentualmente minimizar las posibilidades de error, no tendremos que andar repescando a gente.
Aunque también te digo una cosa, me da la sensación de que en nuestro modelo de jugador, no le vienen mal unas prácticas, entre comillas, pisando barro y en condiciones más duras.
Otro tema importante. Uno de los asuntos de los que más se ha hablado este verano gira en torno a la presencia de Gorka Arrinda en operaciones con mucho dinero.
Mira, el pasado verano hemos hecho 32 operaciones de cesión, fichaje, salida o renovación, sin contar las fallidas, en las que han intervenido cerca de 20 agentes. Alguno ha participado en cinco ocasiones, otros en cuatro, otros comparten despacho y han hecho ocho.
El mundo del fútbol funciona con representantes. Efectivamente, se han hecho dos operaciones con ese representante, si yo no hubiera sido sido presidente y hubiera ganado Ercoreca, Arrinda también hubiera cobrado en la operación de Caparrós.
El mundo de los representantes es como cuando compras un piso con una inmobiliaria, pues te toca tragar. Respecto a que las operaciones se hayan encarecido a mí nadie me ha dado un dato concreto en ese sentido. Es más, este año ha habido varias operaciones relativas a centrales con experiencia con años. Habló de Ayala, Milito o Aitor.
Te garantizó una cosa, la operación de Aitor Ocio resiste la comparación con cualquiera de esas de largo y es el más joven con Milito. Qué ocurre, ¿nosotros no somos capaces de competir con el Zaragoza a la hora de reforzar la parcela central de nuestra defensa? Yo, ahora, hubiera hecho exactamente lo mismo.
Sí, pero en el caso de Ocio, Arrinda cogió al jugador para hacer esta operación especifica, que de haberse retrasado hubiera salido más barata, ya que el Sevilla ha firmado tres centrales este verano ¯Boulahrouz, Mosquera y Fazio¯, y tenía centrales de sobra.
Yo desconozco cuándo le coge o deja de coger. Nosotros teníamos un preacuerdo con el Sevilla, que su presidente lo anunció allí aunque aquí no trascendió, que lo cerramos cuando ellos ya tenían la alternativa para Aitor. Así de claro. En esos temas que se ha escrito tanto, yo tengo tan tranquila la conciencia que no tengo ningún problema, ahí están claros los contratos donde desde que estamos nosotros aquí se facturan los honorarios que cobran los representantes.
Si se lo piden en la asamblea, ¿haría públicas esas facturas?
Si me pide alguien en la asamblea eso de este representante o cualquier otro es como si me pide el sueldo concreto de un jugador o lo que han cobrado los despachos de abogados para hacer los Estatutos o en el tema de Zubiaurre. Me parece que de llegar a ese punto de detalle entramos en una vía que puede ser problemática para que alguien contrate con nosotros.
Hablemos del tema de La Salle, un centro privado, de corte católico y donde no se imparte el modelo D. ¿Qué buscan poniendo en marcha ese proyecto?
No buscamos imponer modelos y queremos huir de esas guerras. Lo fundamental del proyecto es que hemos tratado de compaginar los estudios y el entrenamiento. Ahí había un déficit tremendo de horas de entrenamiento. El Athletic llevaba tiempo detrás de duplicar las horas de entrenamiento compaginándolo con la no perdida de la escolarización. Indudablemente el sistema puede perfeccionarse, pero considero que es un paso importantísimo para el proyecto futuro. Es algo que había que hacer ya y que era irrenunciable.