Al menos 18 personas han muerto en los últimos enfrentamientos entre miembros de al-Qaeda y grupos formados por antiguos insurgentes afines ahora a la fuerza de ocupación, según informó la Policía iraquí y el líder de uno de los principales grupos contrainsurgentes, el Ejército Islámico.

La mayoría de los miembros de este grupo suní, que se unió a las fuerzas estadounidenses a principios de este año, son antiguos correligionarios del partido Baaz.

Uno de los miembros de la cúpula del Ejército Islámico, Abú Ibrahim, explicó que sus hombres emboscaron a los miembros de al-Qaeda y acabaron con la vida de 18 guerrilleros y capturaron a otros 16, que están en su poder a la espera de un intercambio de prisioneros.