ANV de Aretxabaleta anunció ayer que ha perdido «la confianza que habíamos depositado en Aralar, porque no han cumplido lo acordado inicialmente y por la postura que han mostrado. Se nos hace imposible, por lo tanto, compartir gobierno con ellos, ya que la desconfianza no es buena compañera de viaje para cuatro años de trabajo compartido».

En cualquier caso, ANV subraya que lo que se pretende «es acallar la voz de 839 vecinos de Aretxabaleta. Una corporación sin la representación de todas estas voces será legal en función de la ley española, pero nunca democrática».

La decisión final de ANV, hecha pública ayer, se produce tras un prolongado proceso, al final del cual la formación abertzale considera que lo que Aralar pretende es «la aplicación de la Ley de Partidos, en este caso por parte de una formación que dice estar en su contra». Además, ANV valora que con el transcurso de los meses desde el pasado mayo, «ha habido grandes cambios en el discurso de Aralar. Inicialmente nos aseguraron que su decisión no la cambiaría nadie, pero finalmente nos han manifestado que deben cumplir lo dictado por su Ejecutiva».

ANV obtuvo el mayor número de votos en Aretxabaleta en las elecciones municipales de la pasada primavera, aunque su candidatura había sido declarada ilegal por los tribunales españoles. Entonces, Aralar, segunda fuerza, ofreció a ANV no sólo tomar parte en el equipo de gobierno, por la vía del artículo 182 de la LOREG, sino incluso asumir la Alcaldía; así lo manifestó en una reunión bilateral propuesta por su propia iniciativa a ANV, recuerda el partido ekintzale. La formación liderada por Patxi Zabaleta buzoneó, y rubricó unos días después, su propuesta hacia ANV.

«Todas a la misma diana»

Según explicó ayer la formación ekintzale, fue en una tercera reunión, en este caso con presencia de EA, cuando «empezaron las sorpresas», ya que les presentaron un acuerdo Aralar-EA, en el que no había participado ANV. Entre otras cuestiones, se planteaba como «única posibilidad» la que hasta el momento se había contemplado como «segunda alternativa»; que la Alcaldía fuera para Aralar.

Pese a todo, ANV firmó el 15 de junio un acuerdo junto con las otras dos formaciones, por el cual, «en la medida que lo contempla la ley, se acordó dar a ANV la representatividad que le corresponde, o al menos parte de la misma». Los representantes de ANV señalaron ayer que fue durante el proceso de acuerdo del programa de gobierno, una vez elegida la vara de mando, «cuando comprobamos que la cuestión de la representatividad se dejaba de lado. Lo pusimos encima de la mesa y comprobamos que las cosas habían empezado a cambiar, ya que plantearon dudas acerca de si el Gobierno español permitiría hacer lo acordado».

Julio fue un mes de contactos, y en agosto los representantes de Aralar comunicaron al parecer a ANV que debían consultar su decisión con la Ejecutiva del partido. Finalmente Aralar accedió a aceptar un representante de ANV en la Corporación, que estuviera «limpio» y «con discrección» según los ekintzales.