Casi 14.700 corredores -los organizadores del C.D. Fortuna confirmaban ayer la nueva cifra a causa de «compromisos de última hora»- tomarán hoy la salida en Behobia para llegar a Donostia 20.200 metros después.

A las 10.25, mientras en meta se estrenan los chavales de la Behobia txiki, saldrán las sillas de ruedas. 35 minutos más tarde se pondrá en marcha el gran pelotón con los dorsales amarillos y verdes en primera posición arrancando a las 11.00, seguidos de los rojos, los azules y los blancos. Les espera un paseo largo, exigente y repleto, por eso deberán dosificar para sufrir lo justo y disfrutar del ambiente que acompaña a esta carrera, esa animación dentro y desde las aceras considerada factor imprescindible en el éxito de la prueba en la que cualquier anónimo es tratado como un ganador. En cuadrilla, en familia o en solitario, los días de hidratos de carbono, entrenamientos y nervios deberían de tener su recompensa.

Con camiseta reivindicativa, disfrazados o con la prenda técnica, la ceñida elástica que aporta el patrocinador y define «como una primera capa», el escenario está repleto de historias y casi de tradiciones. Primero la paliza y luego la comilona.

Y es que la situación invita a las apuestas, piques entre los propios atletas o sus acompañantes terminan alrededor de una mesa. Ayer, Donostia volvió a lucir mucho atleta entrenando de mañana y un llenazo en la Feria del Corredor, instalada en la plaza de la Constitución que como apuntaba Iñigo Etxeberria, coordinador de la carrera «ha sido un acierto y se ha quedado pequeña».

«Los últimos, los de casa», era una frase habitual antes de que internet irrumpiera en el sistema, en alusión a los guipuzcoanos que en buen número formalizaban la inscripción con suplemento. Esta vez no han querido sufrir en la concurrida lista de espera y se han apuntado pronto, que remedio, y en masa hasta alcanzar los 6.000.

«Correr la Behobia me ha salido por 1.000 euros. Dos pares de zapatillas, 200, las inscripciones del Cross de las Tres Playas, y los 15 kilómetros, y por supuesto los 25 de ésta, el pulsómetro, 250, las plantillas y el podólogo, 100, y las visitas al masajista», señalaba ayer un debutante donostiarra. Su mujer, deportista desde chavala y más austera, sólo ha invertido los 25 reglamentarios. Pendientes de la meteorología, correrán bajo el sol en una jornada de temperaturas frescas para alivio de los organizadores, temerosos de la humedad y el calor, y de los servicios sanitarios, cuyo trabajo aumenta en esas condiciones. El dispositivo, con 160 voluntarios, 21 ambulancias, 3 carpas asistenciales, 1 camión hospital y 20 puestos a lo largo del recorrido, está preparado.

En cabeza, Chema Martínez pretende su tercer triunfo, aunque Kamel Ziani intentará que no le resulte tan fácil como en anteriores ediciones. Desde la organización, se apuntó la presencia de Amaia Ortega, la campeona del 99, que entonces ganó en 1.12.45, la novena mejor marca femenina de la popular guipuzcoana, pese a que la favorita es la keniata Sarah Kerubo. El remero José Luis Korta entregará algunos trofeos.