Varios cientos de jóvenes portando estrellas amarillas o banderas rojas se reunieron ayer en el barrio judío de Praga para impedir una manifestación neonazi convocada en recuerdo de la Noche de Cristal, un vasto pogromo llevado a cabo por los nazis en 1938 en la capital checa. Durante toda la jornada se registraron enfrentamientos entre jóvenes antifascistas y grupos de ultraderechistas en varias calles del centro de Praga, provocando numerosos heridos, según señaló el alcalde, Pavel Bem. La Policía detuvo a una treintena de fascistas que se dirigían al centro de Praga provistos de bates y artefactos incendiarios, según informó la agencia CTK. Las fuerzas policiales habían rodeado el barrio judío de Praga impidiendo el acceso de manifestantes antifascistas. Tres autobuses provenientes de Alemania fueron bloqueados en la frontera checa por la Policía.