La ONU pide una moratoria global en la aplicación de la pena de muerte
El Comité de Derechos Humanos de la ONU votó el jueves a favor una resolución impulsada por la Unión Europea que pide la implantación de una moratoria global en la aplicación de la pena de muerte. El texto podría discutirse en la Asamblea General a mediados de diciembre.
GARA |
Naciones Unidas dio el jueves un primer paso a favor de la implantación de una moratoria global en la pena de muerte, al adoptar el Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General una resolución que pide, por primera vez, a los gobiernos que avancen por este camino con el objetivo final de abolir definitivamente las ejecuciones.
El texto, que no tiene carácter vinculante, fue aprobado por 99 votos a favor, 52 en contra y 33 abstenciones tras dos días de intenso debate en el seno del citado comité, compuesto por 192 países.
La resolución expresa preocupación por la continuada aplicación de la pena de muerte e insta a los países que las mantienen en sus códigos penales a que «establezcan una moratoria de las ejecuciones con vistas a abolir la pena capital».
También llama al respeto de los estándares internacionales que garantizan los derechos de los condenados y a la progresiva reducción de los delitos que se castigan con la pena de muerte.
La adopción de la moratoria supone un triunfo para los opositores a la pena de muerte, que desde 1993 habían intentado sin éxito que la Asamblea General aprobara una medida similar.
Al contrario que en años pasados, sus patrocinadores centraron el texto en el concepto de un llamamiento a una moratoria, en lugar de a una abolición, con lo que se consiguió que hasta 87 países se apuntaran como impulsores del proyecto de resolución.
«Espero con firmeza que al aprobar esta resolución iniciemos un proceso conjunto de colaboración, con dignidad y respeto», apuntó el embajador de Italia ante la ONU, Marcello Spatadora, cuyo país ha sido uno de los principales promotores de la medida.
Algunas delegaciones, como las de Singapur, Botswana o Egipto, opuestas a la moratoria, acusaron a la UE de sembrar la discordia con una medida polémica, seguir prácticas colonialistas y entrometerse en los asuntos internos de otros países soberanos, además de tratar de imponer sus valores al resto de países.
Un total de 133 estados miembros de la ONU han abolido la pena de muerte en su legislación o en la práctica y sólo 25 países realizaron ejecuciones en 2006, año en que su número cayó un 25%. El 91% de las ejecuciones tuvo lugar, según Amnistía Internacional, en China, Irán, Irak, Pakistán, Sudán y EEUU.
La organización internacional recibió con agrado la resolución, que calificó de «histórica y un importante paso hacia la aboliciónd e la pena de muerte».
Amnistía Internacional, que calificó de «histórica» la resolución, señaló que aunque no es legalmente vinculante para los estados, «conlleva un peso moral y político considerable».