Representantes de los observatorios culturales de Canadá, el Estado francés e Italia, reunidos hasta ayer en Donostia, han destacado la necesidad de adaptar sus sistemas de información a la emergente «cultura de habitación» desarrollada con las nuevas tecnologías.

Esta es una de las conclusiones de las sesiones de trabajo que han mantenido desde el miércoles responsables del Observatorio Vasco de la Cultura y de centros homólogos de Québec, Piamonte y del Ministerio de Cultura francés, así como de otros que están en proyecto en Catalunya y Galiza.

Los invitados han apuntado que, además de continuar su trabajo en «los ámbitos clásicos» de la cultura, existe la necesidad de «estar atentos a la observación de ámbitos transversales emergentes». Entre ellos, han citado las nuevas pautas que emplean sobre todo los jóvenes a raíz del impacto de las nuevas tecnologías, que han supuesto una «alteración de las prácticas culturales». Advierten de la emergencia de una «cultura de habitación», individualizada, en contraste con una «cultura más comunitaria».

Los reunidos creen que el éxito de este tipo de centros de información reside en su capacidad para visibilizar su trabajo.