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Chirac, imputado

De Presidente de la V República al banquillo

Medio año después de que abandonara el Elíseo, el ex presidente Chirac se ha convertido en el primer ex presidente de la V República francesa imputado por los tribunales. Se le acusa de desvío de fondos al promover empleos de favor cuando era alcalde de París.

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Seis meses después de que abandonara el Palacio del Elíseo, Jacques Chirac fue inculpado oficialmente ayer por desvío de fondos, affaire que se remonta a la época en la que era alcalde de París. Se trata, en efecto, de la primera vez en la que un ex presidente de la V República francesa es inculpado por los tribunales.

Chirac ha sido inculpado en el marco del dossier de los encargados de misión de la Alcaldía de París, un affaire de empleos de favor financiados por su despacho de primer edil antes de 1995 en beneficio de cuadros del RPR (Reagrupement Pour la Republique) el partido del propio Chirac que está en el origen de la actual UMP, en el poder.

Interrogado durante tres horas en el departamento de finanzas del Palacio de Justicia de París, Chirac disfrutó además de la «deferencia» de no tener que someterse a control judicial alguno.

En un intento de justificarse, y avanzando la línea de la que será su defensa, el ex presidente insistió, en una tribuna pública en el diario «Le Monde» que vio la luz coincidiendo con el anuncio de su inculpación, en que jamás se enriqueció personalmente.

Ello no impidió que el anuncio, que implica que le juez Xavière Simeon constata la existencia de «indicios graves y concurrentes» contra Chirac, tuviera un efecto sísmico en la política francesa.

Después de doce años en la máxima jefatura del Estado francés, Chirac fue reemplazado el 16 de mayo por Nicolas Sarkozy. Perdía poco después, el 17 de junio, la inmunidad ligada a su cargo presidencial para volver al estatus común al resto de ciudadanos de justiciable ordinario.

Desde entonces, la Espada de Damocles de este caso de corrupción rondaba la cabeza del ex presidente que, sibilinamente, se ha mostrado discreto y en un segundo plano desde su retirada. Discrección sorprendente habida cuenta de su regusto enfermizo por el protagonismo y que constrasta aún más con su puesto actual entre los «sabios del Consejo Constitucional, puesto reservado para él como ex presidente francés.

Su nombre ha aparecido reiteradamente en las acusaciones por las que muchos de sus más allegados, entre ellos el ex primer ministro Alain Juppé, han sido condenados en firme. Una veintena de personas están acusadas de haber otorgado empleos ficticios de favor o de haberse beneficiado de ellos en los años ochenta y noventa, en los tiempos de las alcaldías de Jacques Chirac (1977-1995) y su su sucesor en el cargo, Jean Tiberi (1995-2001). El Tribunal Supremo, la máxima instancia jurisdiccional francesa, rechazó el pasado 26 de junio los recursos presentados por varios imputados, entre ellos un ex ministro de Cooperación y tres ex directores de Gabinete de Chirac, avalando así la investigación judicial.

El abogado de Chirac, Me Veil, ha tratado por todos los medios de minimizar el alcance de la decisión inculpatoria, situándolo en el contexto de la lógica del procedimiento. «No se puede interrogar a alguien sobre un caso que dura tantos años sin que sea finalmente inculpado», aseguró.

Se trata de la segunda vez que el ex presidente galo comparece ante el tribunal, aunque la primera vez lo hizo en calidad de testigo y fue interrogado en su despacho, no en sede judicial. Veil destacó asimismo que «varias personas han sido inculpadas» antes de su defendido.

como gato panza arriba

En la tribuna pública que tan condescendiente y oportunamente le cedió «Le Monde», Chirac reconoció haber «saludado o autorizado» las contrataciones de encargados de misión pero insistió en que eran «tan legítimas como necesarias».

En un tono de juramento, el ex presidente aseguró que «nunca los medios de la Alcaldía de París se pusieron al servicio de otras ambiciones que la de actuar a favor de los parisinos y las parisinas (...) Nunca hubo enriquecimiento personal», añadió.

En el marco de este affaire, los investigadores se muestran interesados también por la hija de Chirac, Claude, asesora de la Alcaldía de París entre 1989 y 1993.

El ex presidente fue interrogado asimismo en julio en el cuadro de otro caso vinculado a su Alcaldía, en referencia general a empleos ficticios (que no supusieron prestación real alguna para los parisinos), no exclusivamente de favor.

El entorno cercano a Chirac saludó ayer su «dignidad» e insistió en que se le reconozca la presunción de inocencia. Por contra, el diputado del PS Arnaud Montebourg, que luchó contra la impunidad de Chirac, saludó la decisión como una «victoria póstuma».

Chirac, cuyos allegados aseguran que padeció depresión tras dejar el poder, prepara el lanzamiento de una fundación consagrada al desarrollo sostenible. Su esposa Bernadette le ha descrito recientemente como «un jubilado como tantos jubilados que quiere sentirse útil».

 

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