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«Quisieron sentar precedente conmigo desde el primer día»

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Carlos GURPEGI

JUGADOR DEL ATHLETIC

Andosilla, 1980. En la primavera de 2002 dio el salto al primer equipo de la mano de Heycnkes. Ese mismo verano dio positivo en un control antidoping por el cual está teniendo que cumplir una sanción de dos años. Ahora, encara la recta final de la misma con optimismo e ilusión.

Beñat ZARRABEITIA |

Apoco más de cinco meses para que acabe su sanción, Carlos Gurpegi -uno de los jugadores más apreciados por la hinchada rojiblanca-, atendió amablemente a GARA en las instalaciones de Lezama.

En primer lugar ¿qué tal se encuentra a nivel físico y, sobre todo, en el apartado anímico?

Bien, después de tanto tiempo parado, la verdad es que me encuentro mejor. En poco más de cinco meses volveré a disfrutar del fútbol, de las concentraciones y de los partidos del fin de semana. He pasado momentos bastante peores y ahora estoy con muchísimas ganas e ilusión de que todo esto se acabe.

Ha dicho que quedan poco más de cinco meses. Después de todas las penurias que ha pasado, supongo que prefiere no obsesionarse con su regreso.

No, no, está claro. Cuando empiezas la sanción parece que no va a acabar nunca. Ahora, sin embargo, ves que cuando pasen las navidades abril estará a las puertas. Por eso, si antes entrenaba bien, ahora un poco más fuerte para tratar de llegar lo mejor posible al día de la vuelta.

Estamos además en un contexto que le puede dar algo más de ánimo en el que Giovanella ha podido volver a jugar y en el que, después de seis años, la justicia italiana ha dado la razón a Pep Guardiola en su caso.

Es importante ver que un futbolista como Giovanella, que para mí es una referencia, haya vuelto a jugar aunque no sea a nivel profesional, pero también es cierto que es mayor que yo y que tiene mucha ilusión. En el caso de Guardiola, en su día pude hablar con él y me dijo que iría hasta el final con este asunto. En ese sentido, cuando acabe la sanción quiero llegar hasta el final para que me pase lo mismo que a él y me declaren inocente, aunque yo tengo muy claro lo soy.

Ha llovido bastante desde aquel mes de agosto de 2002. ¿Se explica todo lo que ha pasado después? Durante todo este tiempo ha dado la sensación de que usted era una cabeza de turco perfecta en un Estado español que venía siendo muy criticado por su tratamiento al dopaje desde el Tour de 1998.

Sí, yo lo he visto claro desde el principio. He visto que estaba en el momento menos preciso en el lugar menos adecuado. El día siguiente a mi positivo, el entonces secretario de Estado para el Deporte, Gómez Angulo, dijo que tenía que haber una sanción ejemplarizante y hasta hoy. Con análisis capilares y diversas pruebas hemos conseguido hacer ver que no consumí nada ese día, pero todo ha sido en balde. Creo que desde el primer día esta sanción estaba predispuesta a sentar precedente conmigo y así lo han hecho. Fíjate, está el tema de darnos los análisis con tres meses de retraso, que al bote le sacaron cinco muestras diferentes, todo esto hace qué te preguntes, ¿por qué yo, si sólo quiero jugar a fútbol?

Una situación, aderezada con el maltrato mediatico por parte de algún medio de fuera de Euskal Herria, contra usted y el club, que ha derivado en un daño irreparable y en que se convierta en el chivo expiatorio de muchas aficiones rivales cuando el equipo juega fuera de casa.

Está claro que fuera de Euskadi ha habido un medio de comunicación que ha hecho mucho daño al club y que también me lo ha hecho a mí. La gente de fuera que oye lo que dice un tío, al final se lo cree y cuando he salido de aquí me han dado palos por todos los sitios. Pero bueno, yo tengo la conciencia muy tranquila, sé que en Euskadi, sobre todo en Bizkaia, me quieren mucho y lo que pase fuera no me preocupa demasiado.

Después de la marcha de Sabino Padilla del club hubo quien insinuó una hipotética salida a su caso, pero lo cierto es que el año se acaba y usted sigue sin jugar.

Sí, cuando se fue Sabino dije que quizá se podía arreglar mi asunto, porque a él siempre le han tenido entre ceja y ceja.

Sé que el club se está moviendo, pero la situación es complicada ya que es difícil vender que me vuelvan a dejar jugar. Yo creo que ese es el problema principal, ojalá pudiera sacar el club esto adelante, pero si no, acabó la sanción en abril. A partir de entonces, empezará una nueva vida para mí.

En medio de esta vorágine, entrena muy duro todos los días, algo que reconocen sus compañeros y míster¯ dijo que está para ser internacional¯, una sensación gratificante para usted.

Sí, para mí es muy importante porque entrenas para competir el fin de semana. Ahora no puedo hacerlo, entonces, que los compañeros vean que intento hacer bien las cosas o que el entrenador haga esas declaraciones supone mucho para mí. Es un pequeño reconocimiento al trabajo que llevo haciendo desde que me impusieron la sanción y que me motiva para seguir haciéndolo.

En el apartado deportivo, han pasado 13 irregulares jornadas para el equipo. Desde fuera y desde dentro, ¿usted cómo lo ve?

Nos está costando arrancar más de lo que todos pensábamos. El equipo ha cambiado mucho respecto a la temporada pasada, tenemos un nuevo entrenador y las cosas no son fáciles. Nos está costando enlazar dos victorias seguidas para que el equipo crea en sí mismo y coja una dirección positiva.

Tras dos temporadas tan duras, se nota que hay gente que todavía tiene el fantasma dentro. Para usted, ¿el no poder ayudar a sus compañeros en una situación tan complicada tuvo que ser aún más difícil, no?

La verdad es que la temporada pasada fue dramática para el vestuario. Hace dos años el equipo daba otra sensación, no nos metían muchos goles y disputábamos los partidos. El año pasado, en cambio, nos hacían muchas goleadas y el equipo tenía malas sensaciones. En la caseta hubo momentos de auténtico drama porque veíamos que no ganábamos fácil a casi ningún equipo y que en casa nos marcaban mucho, había críticas lógicas. Creo que hemos empezado una nueva etapa, aunque es difícil olvidar, hay que mirar hacia adelante, sobre todo en el partido del domingo, que es un pequeño trampolín antes de jugar ante Valencia y Madrid.

¿Es consciente de que su retorno a San Mamés va a ser algo muy emocionante para usted?

Me hubiera gustado que el primer partido fuera en casa, pero no es algo que pueda elegir yo. La verdad es que para mí y para mi familia ese día va a ser inolvidable. Ojalá podamos ganar para que la fiesta total.

He soñado muchas veces con ese partido. El día que llegue no sé cómo voy a reaccionar y espero que esas ganas de devolver todo el cariño de la gente o el querer hacer bien las cosas no me lleven a precipitarme.

 
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