Los países árabes, excepto Siria, confirman que irán a Annapolis
Los países de la Liga Árabe, reunidos ayer en El Cairo, confirmaron que participarán en la cumbre de Annapolis, prevista para el próximo martes. La única incógnita sigue siendo Siria. Su ministro de Exteriores, Walid Mouallem, señaló que EEUU aceptó incluir la cuestión del Golán en la agenda, pero no confirmó la presencia siria en la cumbre.
GARA |
Los países de la Liga Árabe reunidos ayer en El Cairo acordaron participar el martes en la cumbre de Annapolis. Según informó el ministro sirio de Exteriores, Walid Mouallem, a la agencia oficial de su país, SANA, EEUU aceptó incluir en la agenda de Annapolis la cuestión de los altos del Golán, ocupados por Israel en 1967 y «anexionados» en 1981.
Siria había puesto como condición para participar en Annapolis que EEUU incluyera la cuestión del Golán en la agenda. Sin embargo, Mouallem no quiso confirmar ayer si Siria acudirá o no a esta localidad del Estado de Maryland, señalando que la decisión de Damasco se produciría tras recibir oficialmente la comunicación del Departamento de Estado de EEUU.
Quien sí confirmó que acudirá a Annapolis fue Arabia Saudí, un país que pese a ser un firme aliado de EEUU nunca ha reconocido al Estado de Israel. De hecho, las autoridades saudíes nunca se han entrevistado con representantes del Estado sionista. Ésta es, por tanto, una pequeña victoria diplomática que ha conseguido Washington.
Sin embargo, nada parece indicar que George Bush, organizador de la cumbre, pueda apuntarse algún otro tanto. El propio presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, reconoció ante los ministros árabes que no habían sido capaces de acordar un documento de mínimos para acudir a Annapolis.
Y eso que, según el diario israelí «Haaretz», la delegación palestina rebajó sus planteamientos más allá del mínimo exigible. Así, no exige la paralización de la construcción de asentamientos sionistas, no menciona el Muro de separación ni los checkpoints ni el bloqueo de Gaza.
Para complicar aún más la ya debilitada posición de Abbas ante su pueblo, la agencia palestina Ma'an informó ayer de que Israel retrasará la puesta en libertad de 432 presos políticos, que fue presentada por Olmert como una concesión que hacía al presidente de la Autoridad Palestina de cara a la cumbre de Annapolis.
En este contexto, Hamas volvió a criticar ayer la cumbre, censurando a los países árabes por acudir a Annapolis. El movimiento islamista les instó a «no normalizar las relaciones con Israel mientras no levante el cerco de Gaza» y a «actuar en defensa de la causa palestina».
Junto a ello, ayer, día de oración musulmán, Hamas organizó en Gaza movilizaciones populares en contra de la convocatoria de Annapolis, según Ma'an. En una de ellas, un parlamentario islamista, Khalil al-Hayya, destacó que «Annapolis busca destrozar al pueblo palestino».
El ministro iraní de Exteriores, Manuchehr Motakki, por su parte, señaló a al-Jazeera que el objetivo de la conferencia de Annapolis es «legalizar la entidad sionista, por lo que no beneficiará a los palestinos».
Israel comenzará a «reducir de forma gradual» a Gaza el próximo 2 de diciembre, indicó el asesor jurídico del Estado sionista, Menahem Mazouz, al Tribunal Supremo, informó ayer el diario «Haaretz».
La medida fue decidida el mes pasado por el Gobierno israelí en respuesta a los ataques con cohetes artesanales al-Qassam desde Gaza, pero fue paralizada tras una demanda interpuesta en el Supremo.
El diario informa de que los palestinos serán advertidos con una semana de antelación de los cortes de electricidad y añade que el Ejército sionista «seguirá los efectos de los cortes de electricidad en los residentes de Gaza con atención para no causar una crisis humanitaria» en ese territorio palestino. GARA