Maite SOROA
Catastrofistas preelectorales
La técnica es vieja. Se saca de algún sitio un papelito -y si no, se escribe- y se construye una teoría política que casa, ¡oh casualidad! con las tesis propias.
Es lo que ha venido a hacer «El Mundo» con la supuesta reunión de ETA con el PSE el pasado mes de octubre.
Después de la «revelación», saltaba a la arena Luis María Ansón que ayer en ese mismo rotativo anunciaba, categórico, que «ETA quiere que Zapatero gane las elecciones para que prosiga el proceso de rendición del Estado ante la banda terrorista».
Según su visión de las cosas, «el PSOE perdió las municipales en gran parte por la irritación que causó en la opinión pública la imagen de indignidad del presidente genuflexo ante los etarras. La banda, para ayudarle, decidió publicar el comunicado de 4 de junio pasado, anulando el alto el fuego. Con ese comunicado concluía el primer tiempo del partido. Zapatero se retiraba a vestuarios proclamando que perseguiría de forma impla-cable a los terroristas». Personalmente, he de admitir que no entiendo muy bien la complejidad intelectual de este hombre.
Ansón parafrasea a Mayor Oreja -erigido en gran gurú de la política del PP en relación a Euskal Herria- y asegura que «Estamos en el descanso del partido, de manera que la indignidad de la negociación política con ETA no contribuya a vaciar de votos la cesta electoral del PSOE. Existe, sin embargo, la convicción fundada de que agentes internacionales, sobre todo cubanos, prosiguen la negociación política con la banda. Y ahora «El Mundo» ha descubierto un documento policial solvente, según el cual miembros del PSOE o de su entorno se entrevistaron en octubre con dirigentes terroristas en una localidad entre Austria y Alemania». Ya apareció el papelito.
Y de ahí concluye Ansón que «el proceso de rendición ante ETA continúa flanqueado, como siempre, por una larga caravana de embustes y ocultamientos. Si Zapatero gana las elecciones, saltará en muy poco tiempo al terreno para jugar el segundo tiempo del partido de la humillación del Estado español ante la banda terrorista». O sea, resumiendo, la hecatombe.