«El seguimiento del tratamiento de Gotzone ha sido un desastre»
Mati Iturralde es la médico de confianza de Gotzone López de Luzuriaga, presa política que sufre un cáncer de mama y a la que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria ha denegado su excarcelación por no «repudiar su delito». Un escándalo que sirve de ejemplo de la actitud respecto a los prisioneros vascos.
Habéis denunciado que todo lo que se ha dado en este caso ha sido un auténtico escándalo, ¿qué elementos hacen que describáis así este caso?
Yo creo que lo que nos ha causado más impresión ha sido que, primero, cuando se solicita la excarcelación de Gotzone no lo pedimos ni el médico de confianza, ni el abogado, ni los familiares, ni ella, sino que la pide la propia prisión. La prisión abre un expediente con la confirmación del diagnóstico de cáncer de mama y plantea la excarcelación por motivos de salud. Entonces, se abre un procedimiento que no es el habitual. Cuando vimos que ese proceso se abría de otra forma pensamos que había más expectativas a la hora de respetar el derecho a la salud de Gotzone.
Se abre el expediente, se empiezan a hacer informes por parte de la junta de tratamiento y conocemos que ya hay un dictamen por parte de la junta de la prisión favorable a la excarcelación, y que ese dictamen se envía a la Audiencia Nacional. Pero no es un dictamen firme. Y sabemos también que a los dos días se revoca el dictamen anterior y se hace un nuevo informe que ya plantea dudas sobre la necesidad de la excarcelación. En la junta de tratamiento, el único que mantiene la postura previa es el subdirector médico de la cárcel, el resto de los de la junta cambian de opinión, en dos días, y ya plantean que puede ser posible darle el tratamiento adecuado en prisión.
¿A qué achacan ese cambio?
Pues seguramente a que cuando llegó el informe previo a Instituciones Penitenciarias dieron un toque a la cárcel, en el sentido de que de ninguna manera un preso político vasco podía tener ningún tipo de beneficio penitenciario de esas características y mucho menos promovido por la propia cárcel. Eso parece bastante evidente.
Eso hace que se abran muchas expectativas, pensando que si lo promueve la propia cárcel es porque hay muchas posibilidades de que salga adelante. Y segundo, se ha provocado que los plazos se alarguen muchísimo más, porque tras el primer informe y el segundo informe contradictorio, el juez de vigilancia ha elevado el auto cuatro meses después, cuando, en principio, las diligencias que pedía eran en exclusiva que el forense de la Audiencia Nacional estudiara el caso e hiciera una valoración del estado de Gotzone, del diagnóstico, el tratamiento... Y ese informe nunca se llegó a realizar. El forense de la Audiencia Nacional no llegó nunca a Jaén. Y después de cuatro meses es cuando ya el juez de vigilancia penitenciaria eleva el informe diciendo que no procede la excarcelación, por dos motivos: porque el informe de la cárcel es negativo, y porque no ha demostrado arrepentimiento ni voluntad de pedir perdón a las víctimas.
¿Hay algún precedente de esta argumentación para denegar la libertad a un preso enfermo?
Expresamente es la primera vez que en una denegación del artículo 92 se plantea ese requisito. Hasta ahora, la denegación del artículo se basaba en que no era una enfermedad incurable, o que se puede tratar en la cárcel, o que no suponía riesgo para la vida de la persona presa. Esta es la primera vez que en el auto propio de la denegación del artículo se plantea el tema de la renuncia a la lucha armada y del perdón a las víctimas.
Es decir, que el auto no responde a la petición de aplicar el artículo 92.
Eso es, no responde a la excarcelación que se pide en aplicación del artículo 92, que dice que con enfermedades incurables no puede permanecer una persona en prisión.
Y de paso, deja de valorar la situación de Gotzone. ¿Cuál es su estado actual?
Su situación es que tiene un cáncer de mama, ha sido operada, en principio parecía que no tenía metástasis en otras partes, pero en la última prueba diagnóstica que se le realiza aparece un pequeño nódulo en el pecho derecho, que precisa otra revisión a los tres meses para ver si ha crecido, qué configuración tiene... Ahora ha terminado la radioterapia del primer tumor y tienen que hacerle las pruebas para saber si la segunda tumoración es una réplica del primero o si es otro tipo de patología.
¿La ha podido visitar como médico de confianza?
Yo tengo una autorización expresa de Gotzone diciendo que soy su médico de confianza, he solicitado información al médico de la cárcel y al médico del hospital, y por parte de los dos se me ha denegado, o porque me tenía que personar directamente en el servicio sanitario para pedir información, cosa que es imposible, o porque decían que ellos no tenían ninguna obligación de darme información como médico de cabecera.
Entonces, ¿cómo realizan el seguimiento de su estado?
Es lo que ella nos transmite y los informes que a ella le facilitan, que no son todos, porque normalmente los informes médicos que se reciben en las consultas en los hospitales se quedan en manos de la custodia policial, no se dan directamente a la persona presa.
El objetivo que se plantean es la excarcelación de Gotzone en aplicación del art. 92, pero visto el panorama, puede que ello se alargue. ¿Ayudaría a mitigar su estado el que Gotzone fuera trasladada a Euskal Herria?
El planteamiento es que Gotzone salga a la calle. Nosotros lo que planteamos es que tampoco sería una solución para ella venir a una cárcel de Euskal herria porque las condiciones de las cárceles de mujeres aquí son totalmente infumables, con lo cual no solucionaríamos su estado de salud. Pero es que, además, creemos que lo único exigible es el cumplimiento total de la ley, que la excarcelen.
¿El tratamiento que está recibiendo es el adecuado?
Es el adecuado, lo que pasa que el seguimiento del tratamiento ha sido un desastre. Ha resultado que varios días no la han llevado a la sesión, otros la llevaban en muy malas condiciones y Gotzone se negó, e incluso al final del tratamiento ha habido problemas porque nadie sabía por qué no se le había llevado ese día, porque la custodia decía que habían ido a buscarla, pero el hospital no sabía exactamente qué había pasado.
La aplicación de artículo 92 está totalmente bloqueada...
Sí, ya en los últimos seis o siete años no se ha dado ningún artículo 92, en ningún caso, y a pesar de las condiciones que muchos presos y presas están sufriendo, que son situaciones en algunos casos muy graves.
Recientemente se ha conocido el intento de suicidio de un preso vasco, y no ha sido el primero, ¿cómo valora esa situación?
La falta de respeto del derecho a la salud está llegando a su máximo exponente con la falta de tratamiento de las enfermedades psiquiátricas que se están produciendo en prisión. En estos momentos hay cuatro presos vascos en las cárceles del Estado español con enfermedades psiquiátricas muy graves, que permanecen en prisión y se ha solicitado para ellos también la excarcelación, y el caso de Jon Bidart ha sido el último exponente en el Estado francés, donde además ha habido una crueldad evidente respecto a la familia, negar información, conocer su estado casi de casualidad y sin ninguna información directa de la prisión.
Txotxe ANDUEZA |