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Aranburu en los primeros minutos y Carlos Martínez en la segunda parte marcaron los dos goles en jugadas de estrategia

El único modelo posible es viable

Un equipo con diez canteranos, nueve de ellos menores de 25 años, fue capaz de jugar el mejor partido de la temporada, derrotar al líder, colocarse en la octava plaza y devolver la esperanza y la ilusión a una afición de la que sólo salieron aplausos a sus jugadores.

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REAL SOCIEDAD 2

MÁLAGA CLUB FÚTBOL 0

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

A cinco días de la fecha que algunos querían designar para cambiar el modelo de la SAD más ejemplar y democrática que existe, una Real llena de futuro dejó claro ayer que no cabe cambiar el único modelo deportivo y económico sobre el que se puede desarrollar cualquier proyecto en este club. Con un once formado por diez jugadores de la cantera, nueve de ellos menores de 25 años, y un delantero al que no ha querido ningún equipo de Primera, pero al que se le querrá en Donostia si trabaja como ayer y de vez en cuando mete algún gol, la Real logró un triunfo vital para mantener la esperanza y para recuperar la unidad necesaria para superar el peor momento de la historia reciente de este club.

La única forma de superarlo es con victorias, pero para conseguirlas es clave la unión que existe dentro del vestuario entre todos sus jugadores y sus técnicos y la que se vio ayer entre el equipo y una afición en la que la inmensa mayoría espera que sus jugadores le den algo para entregarse a ellos. Y ayer los futbolistas dieron lo que más reclama su afición. Salieron al campo con una intensidad y una garra que se vio recompensada con el gol de Aranburu y a partir de ahí entre todos se consiguió la victoria más cómoda de la temporada, a lo que contribuyó la expulsión de un acelerado Eliseu en el minuto 65.

Cuando salieron al campo los jugadores conocían los demás resultados y sabían que una derrota habría dejado el tercer puesto a diez puntos y el descenso a dos. Pero los realistas salieron sin miedo a perder como hicieron en Tarragona, imprimieron un ritmo muy alto al juego y firmaron el partido más completo de la temporada que se vio recompensado con una victoria tan importante como la forma en la que se consiguió.

Porque lo más importante es que el once llegó con un once, tras el cambio de Castillo por Gerardo, de sólo 22,9 años de media. Y los chavales supieron manejar bien el partido apoyados en los malos momentos por un Asier Riesgo que está a un nivel muy alto, cada vez mejor.

La apuesta por los jugadores jóvenes dotó a la Real de una mayor frescura física que se tradujo en una gran presión desde el pitido inicial en la que destacaba el papel de Markel y Elustondo, que apretaban muy bien en el centro y permitían a su equipo recuperar el balón muy arriba, que es el mejor requisito para llegar rápido al área rival.

Markel, la alegría de la tarde

La de Markel fue la mayor alegría de la tarde. Hizo recordar al chaval que se adueñaba siempre del medio campo en todas las categorías inferiores hasta el punto de que cuando era cadete jugaba en el primer juvenil, cuando era juvenil se salía en el Sanse y será uno de los pocos que ha jugado con la selección española juvenil de un año más de los que él tenía. La única duda sobre él era su forma de recuperar dos años difíciles por las lesiones y ayer dio motivos para pensar que con él la Real tiene un gran recuperador de balones.

Estuvo muy bien secundado por Gorka Elustondo, que como Carlos Martínez, va a más según juegan partidos. Ese es el peaje que hay que pagar con los jóvenes. No se puede pretender que rindan bien desde el primer día. Basta que se les haya dado continuidad pese a no hacerlo bien en los primeros partidos para que cojan confianza y mejoren su nivel progresivamente.

Entre los dos pivotes, con la colaboración de los cuatro jugadores adelantados que presionaron bien la salida del balón, la Real se adueñó del partido desde el inicio. Fruto de esa presión los blanquiazules sacaron cinco corners en los primeros 18 minutos del partido y en el rechace de uno de ellos Aranburu empalmó un gran remate desde fuera del área que permitió desactivar el peligro que podía tener un mal comienzo tras la polémica con la famosa propuesta.

La Real siguió en la mismo línea de agresividad, pero poco a poco el Málaga se impuso y llegó con peligro en dos remates ante los que Riesgo dejó en evidencia a los que se empeñan en cuestionar su extraordinaria calidad. Esas paradas fueron una de las claves del triunfo.

Al margen de esas dos opciones y un despeje de Aranburu que obligó a Riesgo a conceder un corner, los blanquiazules sólo sufrían cuando Eliseu cogía el balón, sobre todo en acciones nacidas en jugadas de estrategia a favor en las que el malacitano aprovechaba las subidas a rematar de Carlos Martínez y que Mikel González se equivocaba a la hora de recular demasiado sin ir hacia el jugador que llevaba el balón desde su campo al área.

Esos y los primeros minutos del segundo tiempo, en los que los malacitanos entraron por dos veces con peligro en el área de Riesgo por ambas bandas, fueron los más complicados, pero ya antes de la expulsión de Eliseu los realistas fueron capaces de manejar bien el balón y llegar a la meta rival con peligro en dos remates de Estrada y Elustondo y tras la tarjeta roja esa tendencia se agudizó y el Málaga bajó los brazos tras el gol de falta bien vista por Xabi Prieto y Carlos Martínez.

A partir de ahí la Real tuvo oportunidades suficientes para golear, pero lo más importante es que no sufrió nunca y la afición vivió su primera victoria tranquila de la temporada y la celebró de manera emotiva con unos jugadores que aplaudieron a los aficionados lo mismo que éstos agradecían de ellos, una actitud ejemplar que unos y otros deberán mantener toda la temporada para que Anoeta sea la base de la remontada que necesita este club este mismo año.

También fue emotiva la forma en la que Coleman felicitó uno por uno a todos sus jugadores tras el partido. Al técnico galés le han dado palos por todos los lados, pero en este momento es la clave del futuro de la Real porque es la persona que más firmemente cree en el único camino que puede recorrer este club para recuperar lo que fue.

La de ayer fue la victoria de todos, pero sobre todo fue la suya. Si llega a salir mal su apuesta por la juventud, hoy habría petición unánime de su cabeza. Pero no sólo Coleman debe estar en el banquillo hasta el 3 de enero. El único modelo posible para la Real que ayer reitero su vigencia necesita que este galés que sólo conoce este club por lo que le han contado tiene más claro el camino a recorrer que algunos guipuzcoanos que reniegan de lo que siempre nos ha valido.

Coleman: «Estos jóvenes son el futuro de este club y de este camino no me voy a salir»

Un Chris Coleman satisfecho tras el partido señalaba que «es una sorpresa ver a la Real en Segunda cuando hace pocos años jugó la Champions. Eso hace que la temporada sea complicada por la gran presión por volver a Primera cuanto antes, pero estos jugadores son el futuro de la Real, son los once que han estado cinco minutos hasta que ha tenido que salir Markel con problemas. Yo no sé cuanto tiempo voy a estar aquí, pero esta es la línea de trabajo en la que voy a seguir. Estamos todo el staff técnico en la misma línea de trabajo. Con los jóvenes no salen todas las cosas como esta noche, pero éste es nuestro camino y de ahí no me voy a salir. Tenemos presión y los problemas que rodean al club van a seguir ahí, pero con victorias se puede lograr que se hable más de fútbol que en estas semanas».

Agradecía el comportamiento ejemplar del público. «No sabíamos cómo iba a ser la reacción después de las palabras del presidente y de esta semana, pero desde el inicio hasta el final ha estado fantástico. Daba igual que se acertara o no. Pero lo importantes es que el equipo que ha salido hoy hace 18 meses era el Sanse». Felicitó a los doctores Escobar y Gorrotxategi por la recuperación de Riesgo y consideró como la clave del partido «la unión entre todos los jugadores. Siempre digo que se entrenan bien y que son buenos, pero durante la semana les he visto muy centrados y se podía oler que iban a hacerlo muy bien. Y destaco la unión no de los once que han jugado, sino de todos. Los lesionados han estado en el vestuario antes y al final del partido y en el descanso. Este grupo es fantástico y todos han ayudado al triunfo».

Señalaba que «llevamos veinte puntos en catorce partidos y si ganas dos seguidos todo puede cambiar. El del sábado es difícil en Sevilla, pero iremos con confianza. El equipo está bien y dos buenos resultados te pueden poner en la competición. Si en Navidades estamos arriba estará bien».

El técnico del Málaga, Juan Ramón López Muñiz, señalo que «se pusieron por delante en un rechace a balón parado. Después pasamos a tener el control del partido y algunas ocasiones en la primera parte y en el inicio de la segunda, pero la expulsión de Eliseu cortó la posibilidad de reacción del equipo y marcaron de falta».

Joseba ITURRIA

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