La cita fue el pasado domingo. Treinta y cinco competidores no quisieron perder la oportunidad de medir sus fuerzas en la última prueba oficial del calendario organizado por la Euskal Mendizale Federazioa. El Campeonato de Euskadi, la prueba que corona a los mejores competidores en una sola prueba, se caracterizó sin ningún lugar a dudas por la igualdad. Una igualdad que casi rayó la exasperación; así lo confirmaron tanto el público presente en el rocódromo gasteiztarra del Centro Cívico de Hegoalde como casi todos los competidores. Y lo explicamos.

Turno a la mañana para las semifinales. Los equipadores, los habituales en estas lides, Ion Gurutz Lazkoz y Ander Gardeazabal, preparan bonitas líneas que dejan escalar y realizan, asimismo, el pertinente corte para las finales. Muchos top y mucha igualdad. Turno a la tarde para las finales. De nuevo, mucha igualdad, quizás demasiada; y es que de seis categorías en liza, en cuatro hubo superfinales. De esta forma, las finales se alargaron en casi dos horas más de lo previsto. Todo esto trae a colación el debate que se está dando acerca de lo adecuado o no del formato de las pruebas de dificultad. Lo vivimos en setiembre en Avilés, en el Campeonato del Mundo de Escalada. ¡Seis horas eternas de finales!

Sí, el formato de las pruebas de dificultad no pasa por su mejor momento. No es que pierdan espectacularidad, que es justamente lo que piden los espectadores, sino que en circunstancias concretas, como en este Campeonato de Euskadi donde la igualdad ha sido la tónica, llegan a aburrir y perder su chispa. Los equipadores de la vías de Hegoalde no lo hicieron mal: las vías eran buenas y se cumplió el objetivo de que los competidores pudieran escalar lo más posible.

Hasta ahí, bien. Sabemos que su trabajo es muy difícil y que normalmente no es nada reconocido; muchas veces, el egoísmo de los competidores lleva a ello. Pero creemos, y no sólo es cosa del que suscribe estas líneas sino también de los allí presentes, que, conociendo tan bien a todos los competidores (tanto juveniles como seniors), no acertaron en general en las vías de las finales. Excepto en la de sub-20 y seniors chicos, que fue la misma, las demás resultaron demasiado fáciles. Por ello, muchos escaladores encadenaron la vía y se tuvieron que disputar las superfinales. Justamente, en esa tanda definitiva pudimos ver quiénes fueron los mejores.

Sin sorpresas

El Campeonato de Euskadi de Escalada fue la última cita oficial del la EMF. 35 competidores se presentaron a la prueba y, una vez más, el nivel de éstos no defraudó en absoluto. En total, se organizaron cuatro categorías tanto en chicas como en chicos: sub-16, sub-18, sub-20 y seniors. La única que no contó con representación femenina fue la de sub-20. Como suele ser habitual, las semifinales se disputaron a la mañana. Y, como adelantábamos, la igualdad fue la característica principal de la competición. En juveniles, excepto en sub-20, muchos escaladores encadenaron sus respectivas vías. En seniors chicas, con cuatro participantes, las que más sufrieron fueron las favoritas: Esther Cruz e Irati Anda. Cruz, por ejemplo, no encontró la forma de llegar al top, y Anda, a diferencia de Itziar Rodríguez y Ane Hernani, tuvo que lanzar a la última presa.

Los juveniles sub-20 y los seniors chicos escalaron en la misma vía. En la primera categoría hubo dos participantes: Iñaki Sagastume y Antton Zabala. Este último escaló muy bien, sacando unos buenos metros a su compañero, e incluso lo hizo mejor que varios seniors. En esta última pudimos disfrutar de actuaciones muy buenas. De los 13 participantes, nueve pasaron a la final. Excepto, Ekaitz Maiz y Javi de la Fuente, los favoritos no fallaron.

Todo listo para las finales de la tarde. La competición empieza a las 17:15. Las primeras en escalar fueron tres chicas sub-16 del Centro de Tecnificación de Arrasate dirigido por Josean Mulas, pero éstas no compitieron. Sus compañeros chicos, sí; y el mejor fue Mikel Markinez. Este chaval demostró un gran poderío. También es pelotari, pero como tenía problemas de manos, se le ocurrió competir, y además ganó. Segundo fue Iban Arana.

En sub-18 chicas, dos finalistas: Josebe Zarautz y Maite Etxezarreta. Ambas son las mejores competidoras del momento en Euskal Herria. Contrincantes, pero, al mismo tiempo, muy amigas. Llevan una temporada muy igualada. Hasta el domingo era Zarautz la que ganaba más pruebas, pero en Hegoalde se cambiaron las tornas. Empatan en la final, y en la superfinal, en la vía de la final de las chicas seniors, Etxezarreta escala mejor y más alto. De esta forma, la de Arrasate se proclama campeona de Euskadi, y la zumaiarra esta vez se ha tenido que conformar con el segundo puesto.

En sub-18 chicos también se tuvo que disputar una superfinal, ya que cuatro de los competidores encadenaron la vía de la final. Éstos también midieron sus fuerzas en la misma vía que sus compañeras. Y de nuevo, los dos primeros clasificados empataron gracias a que encadenaron la vía. De esta forma, primer puesto compartido por Jon Beñat Agirre y Oier Iribarren. Tras ellos quedaron los otros dos finalistas: Mikel Velasco y Josu Viejo.

En sub-20, como adelantábamos, dos únicos participantes. La misma vía que los seniors chicos: exigente y muy estética. Tanto Sagastume como Zabala cayeron en la misma presa, pero la mejor clasificación de Zabala en semifinales le dio el título; segundo consecutivo. El hernaniarra se mostraba muy descontento con su actuación, ya que a su entender podía hacer mucho más.

Más igualdad en la categoría de seniors chicas. De las cuatro finalistas, la única que no pudo hacer top fue Hernani. Se la vio muy bien en semifinales, pero un tanto nerviosa y agarrotada en la final; a pesar de todo, realizó un gran papel teniendo en cuenta que últimamente no participa en las competiciones. Turno para la superfinal con dos competidoras: Rodríguez y Anda. Cruz no pasó a la superfinal al no encadenar la vía de la semifinal. La «internacional» gasteiztarra, como se esperaba, no falló y se hizo con una nueva txapela; la segunda consecutiva. Segunda en la clasificación fue Rodríguez y tercera, Cruz.

Y la tanda de las finales, la de seniors chicos, cómo no, se cerraba con otra superfinal; en este caso ninguno llegó al top, pero cayeron en la misma presa. Estos fueron: Gotzon Gardeazabal, Mikel Odriozola, Gorka Karapeto e Iban Larrion. El competidor senior vasco más en forma de la temporada, Karapeto, cumplió el guión. Muy motivado y muy fuerte, escaló de forma sobresaliente en la vía de la superfinal sacando un buen número de presas a sus compañeros. Ganó con autoridad, y de esta forma revalida el título cosechado el año pasado. La experiencia y el buen hacer de Gardeazabal le llevaron al segundo cajón del podio. Odriozola también lo hizo muy bien, como en la mayoría de las competiciones, y firmó el bronce. Finalmente, Larrion, a pesar de estar pletórico, se tuvo que conformar con la cuarta plaza.