Los miembros del comite de empresa de Onena, junto a representantes de LAB y ESK, fueron muy críticos con la dirección de la empresa ante la decisión de despedir a nueve trabajadores, entre ellos los cinco miembros del comité -dos delegados de UGT y uno de LAB, ELA y CGT, respectivamente-, además de dos trabajadores en excendencia, liberados por sus cargos sindicales -uno de UGT y otro de ELA-, y dos trabajadores más.

El pasado día 22, la empresa aprovechó la reunión que celebraba con los representantes de los trabajadores -relacionada con el calendario- para para notificarles los despidos. Según la dirección de Onena, los trabajadores represaliados se opusieron, el 26 de setiembre, al traslado de material de la empresa de Ibiriku a otra planta que el empresario Ignacio Mendizabal posee en Zalla (Bizkaia), cuando estaba en curso un expediente de extinción de contratos presentado por Onena. Cuatro miembros del comité de empresa fueron detenidos por la Guardia Civil tras la denuncia presentada por la empresa.

La última sorpresa

La dirección de Onena abrió un expediente disciplinario a estos trabajadores, que decidió resolver después de que los sindicatos UGT, CGT y ELA firmarán el 23 de octubre pasado un expediente de extinción de contratos de 28 trabajadores -aprobado en asamblea-, que ponía fin a una huelga que los obreros habían comenzado el 1 de octubre. La «sorpresa» que Ignacio Mendizabal tenía reservada a los trabajadores llegó un mes más tarde, al añadir a las 11 prejubila- ciones y 17 bajas incentivadas -salieron con una indemnización de 50.000 euros-, nueve despidos.

Oscar Cayón, resposable de LAB del sector de Químicas de Nafarroa, denunció en la rueda de prensa este «gravísimo ataque contra la libertad sindical y los derechos de los trabajadores. La decisión de la dirección de Onena no tiene ningún fundamento, pero no es un hecho aislado. Corresponde a la estrategia de una patronal cada vez más agresiva, que cuenta con la permisividad del Gobierno de UPN como gran aliado de la estrategia de la patronal».

La asamblea de trabajadores de Onena decidió el lunes dirigirse a la dirección para que deje sin efecto la decisión y anunció paros de 24 horas los días en los que se celebren los actos de conciliación.

Piden a Roig que se posicione

Oscar Cayón, por su parte, indicó que desde LAB pedirán un encuentro con la dirección de la empresa para exigir la readmisión de los despedidos y, al mismo tiempo, también tienen previsto dirigirse al consejero de Industria, José María Roig Aldasoro, para que se posicione ante la actitud «déspota de este empresario».

Asimismo, el responsable del sindicato abertzale afirmó que «no vamos a permitir que se produzca ningún despido. Si esto no se soluciona en un plazo de tiempo breve tomaremos medidas, no sólo en el marco de la empresa, sino también como organización sindical contra este ataque contra la libertad de sindical y los derechos laborales de los trabajadores».

En declaraciones efectuadas a este diario en plena huelga de Onena, Cayón indicó entonces que el expediente de rescisión de contratos para 70 de los 89 -la dirección quería deshacerse de 32 trabajadores y la cifra quedó en 28 - era un «paso intermedio para el cierre total de la empresa» de Mendizabal.

El Gobierno navarro ha guardado silencio a lo largo del conflicto vivido este año. Cabe recordar que en 1997 la sociedad pública Sodena adquirió el 100% del capital e inició el proceso de privatización, que concluyó en 2001 con la venta de la empresa a Ignacio Mendizabal.