Las autoridades de Brasil iniciaron ayer la «Novena Ronda de Subastas» de campos de petróleo y gas, en la que participan un número récord de 67 empresas, 35 de ellas extranjeras, incluyendo la hispano argentina Repsol, la colombiana Ecopetrol, la italiana ENI, las estadounidenses Esso, Devon y El Paso y la anglo holandesa Shell.

En esta subasta, que se ampliará hasta mañana miércoles, se encuentran en licitación contratos de explora- ción a riesgo y producción en 271 bloques geológicos, en nueve cuencas sedimentarias que cubren un área de 73.000 kilómetros cuadrados, según la Agencia Nacional de Petróleo (ANP), que organiza el evento.

En esta edición hay 44 empresas más que en la Séptima Ronda, realizada en 2005. La Octava Ronda, en 2006, fue suspendida a mitad de camino por una orden judicial, después de que grupos nacionalistas cuestionaran una norma que limita la participación del gigante petrolero estatal Petrobras a un número determinado de bloques. En la subasta de ayer grupos nacionalistas y de izquierda también intentaron que fuera suspendido el proceso. Los primeros bloques exploratorios adjudicados ayer por el Gobierno de Brasil arrojaron 970 millones de reales (unos 522 millones de dólares) en sólo tres sectores, un resultado preliminar alto para las referencias que hasta ahora tenía la industria petrolera brasileña.

Alta recaudación

Esa recaudación equivale a casi todo lo arrojado en bonos por la Séptima Ronda, en 2005, la última que se llevó a cabo por completo.

Portavoces de la ANP coincidieron en afirmar que el aumento de competidores, con la presencia de empresas de los cinco continentes, «revela el mayor atractivo» en este proceso donde son ofrecidos bloques de «elevado potencial», «cuencas maduras» y «nuevas fronteras».

Según la ANP, más del 40% de los bloques ofrecidos se encuentran en áreas de «elevado potencial» en las cuencas de Santos y Campos, las más importantes del país.

El Gobierno brasileño decidió a mediados de mes, por petición de Petrobras, retirar 41 bloques marinos ubicados cerca de una nueva provincia petrolera en la Cuenca de Santos.