Iñaki Badiola puso ayer como condición para presentarse a la presidencia de la Real que se le permita hacer antes una diligencia debida previa, un trámite más exhaustivo que una auditoría que dura veinte días. Pidió a prensa y aficionados que presionen para su realización, para lo que no desea que se utilice la Junta del viernes, sino alcanzar un 5% de las acciones.

«Si no se nos permite ver las cuentas no entraremos en la Real. Es una condición sine quanon porque el día en que entremos somos responsables de lo que firmemos con nuestro patrimonio. No es que no creamos al Consejo, pero nos causa zozobra que se ponga nervioso por algo lógico en cualquier transacción. No podemos entrar a ciegas», señaló Badiola, aunque no hay un solo caso en el fútbol en el que nadie haya pedido eso para presentarse a presidente.

Añadió que «pongo la mano en el fuego de que este Consejo no se ha llevado un euro, pero otra cosa es que la bola de nieve que recibieron la hayan hecho más gorda. Y si tiene unas dimensiones inasumibles no nos echaremos para atrás, pero que los que estaban respondan de eso y que las instituciones se responsabilicen de ese agujero».

Se le preguntó por qué no esperan al 4 de enero cómo Fuentes para realizar una auditoría y responsabilizarse sólo de lo que pase desde entonces y dijo que «eso hay que hacerlo antes y no después para limitar el impacto para cualquier consejero». El Consejo ya ha manifestado su negativa a que nadie desde fuera del club realice una auditoría.

Badiola presentó un proyecto en el que destaca su seguridad de que con él se va a volver a Primera y será capaz de generar ingresos con la venta de las camisetas de la Real en dos tiendas en los aeropuertos de Pekín y Shanghai y que llevarían la publicidad de Beijing 2008 y Expo Shanghai 2010. Parte de la previsión de que «sólo» el 10% de los 55 millones de visitantes que espera que pasen el próximo año por esos aeropuertos compren camisetas de la Real, que tendrían un coste de producción de 1,20 euros y que se venderían a cinco. Calcula un ingreso anual de 16,5 millones por esa vía. Y aseguró que la selección china que prepara sus Juegos jugará en el Beijing 2008 Arena, como llamaría a Anoeta, un partido a final de Liga contra la Real.

Otra condición

Aunque predijo que la Real desaparecerá en ocho meses si no sube con la gestión actual, se niega, como cuando se lo propuso Fuentes, a tener sólo una relación comercial para que la Real y su empresa puedan sacar beneficios: «No es fácil trabajar para otros sin querer gestionar porque te conviertes en un mero suministrador y nosotros queremos cambiar el modelo de gestión. Si el pasivo estructural es de diez millones, trabajamos para tirarlos por el sumidero».

El modelo de gestión que proponen se basa en un Consejo de ocho personas del que salga un presidente ejecutivo relacionado con un Comité deportivo de tres personas y un consultivo de diecisiete. Habría un director de marketing, otro de nuevos proyectos y uno deportivo, del que dependerán un responsable de cantera, uno de ojeadores, uno de metodología y otro médico. Entre los posibles consejeros estarían Beatriz Ugarte, Iñaki Iraola, Jorge Fernández Izar, Iñaki Soto y Feng Bay Ye y dijo que entre los ocho del Consejo y los diecisiete del Comité consultivo sólo tres no son guipuzcoanos.

Dijo defender un modelo basado en la cantera con tres o cuatro extranjeros de buen nivel, pero confirmó que tiene cerrados ya cuatro fichajes para enero de jugadores que no juegan en Primera. No quiso decir ni sus nombres, ni sus puestos ni lo que supone ese gasto que adelantaría su empresa para después cobrarle el total del coste a la Real. Dijo que esta forma de funcionar sólo duraría hasta junio y que, si su gestión ha convencido, propondrá entonces la ampliación de capital para adquirir su deseado 35%.