Escepticismo, simbolismos más que iniciativas concretas, falta de respuestas a los puntos más conflictivos... son algunas de las valoraciones que se hicieron en el día después. Para Washington, gestor de esta conferencia de paz, la cumbre de Annapolis ha sido una «cita increíblemente significativa» para israelíes y palestinos. Una percepción que contrasta con la mayor parte de la prensa árabe internacional.

En su portada, el diario «Al Hayat» subrayó que «los árabes fueron a la conferencia sin ilusiones». En «Asharq al Awsat», el analista egipcio Abdel Monem Said afirmó que Annapolis está relacionada con la agenda estadounidense y su «gran combate» en Oriente Medio. Para el rotativo libanés «L´Orient-Le jour», «las promesas de ayer -por el martes- no son las primeras de esta clase; como todas las que le precedieron desde los Acuerdos de Oslo, no valen nada si no se realizan de modo concreto y sus firmantes no son capaces de imponer a sus propios pueblos esas revisiones desgarradoras».

«Olmert ha ganado un año»

Pese a las buenas palabras e intenciones expresadas en la cumbre, tanto palestinos como israelíes expresaron sus dudas sobre el margen de maniobra que tendrán sus dirigentes políticos para alcanzar un acuerdo de aquí a finales de 2008. Desde el lado israelí, los medios recordaron una frase de Isaac Rabin, ex primer ministro, de que en Oriente Medio «no se consagra ninguna fecha». Hanan Cristal, comentarista de la radio pública, destacó que el discurso de Ehud Olmert en la Casa Blanca fue lo «suficientemente vago» como para que el partido ultranacionalista Israël Beitenu (de 210 diputados tiene 11) y la formación ultraortodoxa Shaas (12 diputados) hayan decidido seguir en la coalición gubernamental. «De esta forma, Olmert ha ganado un año», manifestó e incidió en que el mandatario israelí no cedió en ninguna de las cuestiones clave del conflicto, como el futuro de Jerusalén

El ministro de Asuntos Energéticos y líder de Israël Beitenu, Avigdor Lieberman, remarcó que «lo sucedido en Annapolis no tiene ninguna importancia». Por su parte, el dirigente de Shaas y titular de Comercio e Industria, Eli Yishaï, comparó Annapolis con «un sueño», destacando que Mahmud Abbas no es más que un «socio virtual» que desde junio no controla Gaza.

Desde el partido Meretz, partidario de negociar con Hamas, su dirigente Yossi Beilin criticó a Olmert por «faltar al momento de la verdad, negándose a romper con su mayoría que rechaza todo compromiso».

En el lado palestino, Hamas reiteró que Abbas no tiene ninguna legitimidad para hablar en nombre del pueblo palestino. «Los discursos confirman lo que habíamos dicho; que esta conferencia no iba a dar ningún resultado en beneficio de la causa palestina», declaró un portavoz de Hamas. El FPLP lamentó que «esta reunión se haya resumido a un festival de declaraciones».