Los ecos del empate in extremis del Deportivo en San Mamés parecen no haberse apagado. Ayer, uno de los jugadores más criticados tras el choque del pasado domingo, Dani Aranzubia salió a dar la cara en sala de prensa de Lezama.

El meta de Fuenmayor, que volvía a la titularidad debido a la lesión de Gorka Iraizoz -cuya sombra parece más alargada que nunca-, no estuvo especialmente acertado en los dos goles del equipo gallego. Si bien es cierto que en el segundo tanto, anotado por Taborda, sus dos centrales tampoco le ayudaron en demasía.

Aranzubia fue autocrítico y reconoció que «a nadie le gusta perder unos puntos de esa manera, pero ya han pasado unas horas, esto es fútbol y todo va muy rápido, el domingo hay otro partido y no existe demasiado tiempo para lamentarse». En ese sentido, admitió no haber hecho excesivo caso a lo publicado durante las últimas jornadas, pero se mostró comprensivo: «No sé, no he estado al tanto de lo que se ha dicho, ni tampoco he leído demasiado, pero acepto todo lo que se haya podido decir».

Con la llegada de Gorka Iraizoz al Athletic, las llaves de la portería rojiblanca cambiaron de dueño. El navarro, avalado por sus actuaciones europeas en el Espanyol, se ha consolidado como uno de los cinco mejores guardametas del campeonato. Aranzubia no era titular desde el pasado 17 de junio, el día de la salvación definitiva frente al Levante. Por ello, reconoció que el choque ante los de Lotina le ha traído quebraderos de cabeza: «Sí, siempre se le dan vueltas a los partidos, después de estar tiempo sin jugar vuelves con toda la ilusión del mundo, lo que pasa es que a veces el fútbol es desagradable, pero hay que sobreponerse».

Cuestionado sobre su actuación en los tantos deportivistas, el meta de Fuenmayor quiso matizar que «el primero es una falta, Riki le pega muy fuerte, hay mucha gente de por medio y no creo que se pueda hacer mucho más. El segundo, en cambio, es un balón colgado que si no llego a salir de portería hubiera parado el remate, pero en el momento en el que intento hacerlo y me quedo a media salida ya es muy difícil».

Durante el pasado verano, Aranzubia estuvo a un paso de marcharse al Zaragoza. Finalmente, decidió quedarse en Bilbo, situación que le deparó no pocas críticas y algunas con cierta lógica, y su figura ha quedado en entredicho para una buena parte del entorno rojiblanco. A pesar de ello, el riojano no consideró sentirse examinado con lupa. A su juicio, «desde verano no había vuelto a jugar, además en Bilbao siempre se ha mirado de manera diferente al portero y no creo que la situación haya cambiado mucho».

El del domingo fue el primer envite oficial disputado por Aranzubia en lo que va de campaña, ya que Caparrós no le alineó frente al Hércules en Copa. Una decisión que le ha acabado devolviendo a la titularidad, debido a la desgraciada lesión sufrida por un Iraizoz que, por cierto, ayer comenzó a realizar carrera continua. Aranzubia subrayó que «aceptó» su suplencia copera «al igual que los otros quince compañeros que no salimos a jugar».

La próxima cita para los rojiblancos será este domingo, a las 21.00 en Mestalla. Cita en la que el de Fuenmayor volverá a ser titular y sobre la que destacó que «es un campo que no se nos da demasiado bien, pero nunca es mala plaza para romper una racha así».