Los mahaikides Haizpea Abrisketa y Xabi Larralde realizaron ayer un llamamiento a la manifestación que el próximo 15 de diciembre reclamará en Baiona autonomía para Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, con el objetivo de lanzar un mensaje claro a Sarkozy: «Que, pese a su fuerte ofensiva y sus intentos de criminalización, ni agacharemos la cabeza ni nos harán callar. Diremos alto y claro que aquí hay un pueblo con derecho a decidir su futuro».

El llamamiento, según explicó Abrisketa, tiene como punto de partida el análisis de la situación política que realiza Batasuna, del que destacó la apuesta represiva del Gobierno francés, así como su actitud de desprecio ante la demanda de reconocimiento de Euskal Herria.

La portavoz abertzale centró su intervención en el «aumento cualitativo» de la estrategia represiva del Estado francés, con medidas que calificó de «estériles y antidemocráticas». Un aumento, prosiguió, que busca «la criminalización del movimiento abertzale en su conjunto». Puso como botón de muestra las últimas actuaciones contra las herriko tabernas.

Denunció igualmente que los últimos acontecimientos -citó expresamente lo sucedido con Joan Bidart, que intentó suicidarse en prisión al ser sometido a aislamiento- muestran el punto hasta el que está dispuesto a llegar el Gobierno francés. Remarcó que el aparato represivo está realizando «montajes policiales» con un objetivo político: entorpecer el proyecto político abertzale. «Conculcan derechos y quieren acallar la voz de quienes los reclaman», manifestó Abrisketa.

Un marco institucional efectivo

Xabi Larrade se refirió al segundo eje de actuación sobre el que, junto con la represión, actúa París: la negativa al reconocimiento político e institucional de Euskal Herria.

Para explicar la actitud del Estado se hizo eco de informaciones aparecidas últimamente sobre el plan Pays Basque 2020 y la negociación del convenio específico. Citó el riesgo de que se ponga en cuestión todo lo relativo al plano cultural o que el presupuesto del convenio especial para los próximos años se vea disminuido sensiblemente respecto al periodo 2001-2006. Larralde llamó la atención sobre el hecho de que la respuesta de la Administración sea tan negativa precisamente después de que en los últimos años haya habido una demanda creciente en favor de un reconocimiento para los territorios vascos.

Por ello, afirmó que resulta necesaria una reflexión sobre el carácter de los protocolos y estructuras emanadas de iniciativas como Pays Basque 2020. «No son en absoluto herramientas para responder a la especificidad de Euskal Herria», remarcó el mahaikide, quien agregó que no son más que «pseudo-instrumentos que no hacen sino perpetuar la dependencia respecto al poder central».

A su juicio, el reconocimiento de Euskal Herria pasa hoy por contar con «intrumentos estructurales», que supongan un «marco institucional real» y que contengan «competencias efectivas». A ello todo ello le puso un nombre: autonomía.