El sindicato ELA desmenuzó ayer el análisis de coyuntura, un estudio que mide la salud del empleo y la economía, y que constata cuestiones claves como la subida de los precios, la mayor desde 1997, la cada vez mayor regulación de empleo en un contexto de importante crecimiento económico y beneficios empresariales, o que las rentas de trabajo siguen perdiendo peso en la riqueza generada.

Mikel Noval, responsable del área social, llamó la atención sobre la distribución de la riqueza. Aseguró que éste «es un dato fundamental para saber si las cosas van bien o mal» y a renglón seguido señaló que «la parte de la riqueza que va a las rentas de trabajo ha caído de forma espectacular en beneficio de las rentas empresariales y de capital». De hecho, apuntó que en sólo un año se han perdido 4 décimas y subrayó que cada asalariado está perdiendo de media 5.000 euros como consecuencia de la evolución en la distribución de la riqueza.

Noval criticó que pese a su relevancia, ésta es una cuestión que no tiene reflejo en el debate mediático y valoró que «los políticos saben lo que está pasando y están de acuerdo, porque los poderes públicos defienden el interés del capital».

Por otra parte, ELA se hizo eco de los últimos datos oficiales publicados por el Ejecutivo de Lakua sobre los salarios netos de los trabajadores en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y llamó la atención, por ejemplo, sobre el hecho de que el 30,2% de la población asalariada ni siquiera llega a ser mileurista.

De los mismos datos del censo del mercado del trabajo correspondientes a 2005, ELA destacó que el ingreso neto medio de la población ocupada es de 1.237,55 euros. Ahora bien, el análisis ahonda en las profundas desigualdades existentes entre los asalariados y así apunta que dos colectivos se sitúan claramente por encima de la media, es el caso de los asalariados en la Administración y el de los asalariados en la empresa pública, con ingresos medios de 1.548,84 y 1.392,36 euros respectivamente. Mientras, en la empresa privada los ingresos caen hasta los 1.156,08 euros.

Las variables que inciden en las desigualdades van desde el tipo de contrato, hasta el sector, el sexo o la edad. Así, en el escalafón más bajo de los ingresos se sitúan los empleados con contrato temporal (987,11 euros netos al mes) y quienes trabajan sin contrato (518,31 euros).

Por lo que respecta a los sectores, Industria y Construcción están entre los sectores con más altas retribuciones salariales, con una media de 1.297,83 y 1.290,48 euros respectivamente. En el polo opuesto está el sector agrícola, donde la media es de 1.028,98 euros.

ELA ahondó en las diferencias existentes en Servicios, cuya media eleva el salario mensual a 1.209,79 euros, si bien en comercio baja a 1.091,51 euros, la hostelería a 985,30 y el servicio doméstico se aleja hasta los 544,48 euros de media. La explicación, según ELA, reside en que el sector engloba la Administración pública y la Educación, «donde se obtienen ingresos por encima de la media».

Desde la perspectiva de género, la fotografía que presentan los datos es aún más escandalosa, ya que «los ingresos de la población ocupada femenina suponen, por término medio, un 78,1% de los ingresos medios de los hombres». También la edad influye. Los que tienen mayores ingresos son las personas de 50 a 59 años, con salarios superiores en más de un 10% a las cifras medias de la CAV. Los peores pagados, los menores de 20 años.