luz roja en la actividad socioeconómica de los puertos vascos
La deslocalización llega al sector pesquero, según LAB
LAB denunció ayer en Ondarroa que «la deslocalización ha llegado al sector pesquero». A bordo del barco de altura «Intxorta Mendi», Rafa Díez denunció la «situación dramática de los puertos vascos». El sector ha perdido en doce años más del 50% de la flota y del empleo directo, por lo que LAB plantea un plan de choque y la creación de una mesa sectorial.
Juanjo BASTERRA | BILBO
LAB llamó la atención ayer en el puerto de Ondarroa sobre la «situación dramática» por la que atraviesa el sector pesquero vasco y el «proceso de deslocalización» en el que ha entrado para perjuicio de la actividad socioeconómica de los puertos vascos, muy dependientes todavía la pesca y sus derivados.
En un escenario poco habitual como fue la cubierta del barco de altura «Intxorta Mendi», el secretario general de LAB, Rafa Díez, el responsable de LAB-Arrantza, Leo Belaustegi, y el de la zona de Lea-Artibai, Iñaki Alkorta, Yobi, junto a representantes del sindicato en los puertos vascos desde Hondarribia a Bermeo, denunciaron «el desmoronamiento, la frustración, el cabreo de toda la familia arrantzale por la situación de crisis que estamos padeciendo» y, en vez de ofrecer una respuesta colectiva, «la consigna generalizada es la de `sálvese quien pueda'». El líder de LAB afirmó que «el hundimiento que está sufriendo el sector en las dos últimas décadas es realmente dramático», por lo que propuso la necesidad de «actuar con un plan de choque a corto plazo para evitar que la flota desaparezca de nuestros puertos y con ella todo el caudal económico y cultural que el sector pesquero ha generado durante décadas».
Venta de barcos y licencias
Leo Belaustegi explicó que desde julio dos barcos de altura, «Intxorta Mendi» y «Kalamendi», se encuentran amarrados en el muelle de Ondarroa sin faenar. «Problemas entre el accionariado de la empresa Pesquera Intxorta SA ante las pocas perspectivas de pesca han hecho que estos barcos estén amarrados y sabemos que los quieren vender. Con ellos, sin duda se venden los derechos y licencias de pesca», precisó el responsable de LAB Arrantza. Esos dos barcos son nuevos y, por lo tanto, han recibido ayudas oficiales del Gobierno de Lakua, pero «se van a vender en un momento en el que para pescar necesitas depender de cuotas, derechos y licencias. Esta actuación es una manera directa de aplicar la deslocalización en el sector pesquero , lo que nos llevará a la ruina», preció Belaustegi. Esa situación se produce «porque «la actividad extractiva y los barcos están sujetos a licencias y a cuotas de pesca (TAC) y esos derechos y licencias se están vendiendo porque se encuentran en manos privadas, en manos de los armadores que cuando ven que no hay negocio se deshacen de ellos»
Los datos que ofreció ayer la central sindical a bordo del «Intxorta Mendi» fueron suficientemente elocuentes de lo que está ocurriendo ante la «pasividad» del Gobierno de Gasteiz. En 1995, según los datos oficiales de Eustat, había 500 barcos en la flota vasca y 5.204 arrantzales, aunque en los años ochenta sobrepasaron los 6.000. En 2005, la flota cayó a 299 barcos y 2.804 arrantzales. En 2006 y 2007, sin que haya datos oficiales, según LAB, «los datos son más dramáticos», por lo que los responsables de la central sindical denunciaron «la pérdida de más del 50% de la flota con sus puestos de trabajo en apenas doce años». La central sindical puntualiza que esos datos son de empleos directos, pero que «también genera una pérdida añadida de puestos de trabajo indirectos en las conservas, astilleros, talleres, etc».
Rafa Díez describió la situación de una manera clara. «Hace no mucho dijimos que el sector pesquero se encontraba enfermo con un cáncer avanzado. Necesitaba terapias adecuadas para interrumpir su extensión. Hoy -precisó el líder de LAB en la cubierta del «Intxorta Mendi»- podemos decir que que ha entrado en la fase de metástasis. En un punto irreversible si no se actúa de manera urgente».
Sin medidas de Gasteiz
LAB denunció que la falta de medidas directas desde la Administración de Gasteiz está provocando que la deslocalización ya no sea un tema del sector industrial, sino que se ha trasladado al sector persquero, ya que los armadores «venden licencias, cuotas de capturas y los barcos al mejor postor, con lo que se está produciendo una aceleración del desmantelamiento del sector pesquero y que tendrá unas consecuencias dramáticas para el litoral vasco». Díez fue expresivo y adelantó que «mientras en los puertos de Hego Euskal Herria se opta por la venta de las licencias, en Ipar Euskal Herria hay licencias, pero no barcos». Para el líder de la central abertzale, «de ahí que tengamos en este país la necesidad de contar con los instrumentos e instituciones soberanas para actuar en este terreno».
LAB considera que a esta situación se ha llegado por «el agotamiento de los caladeros por sobrepesca», pero los representantes del sector denunciaron que «la política pesquera de la Unión Europea es la que ha motivado esta grave situación, porque es una política sometida a los intereses económicos de los grandes estados que no se preocupa por intereses científicos ni de sostenibilidad en la gestión de los recursos, que cada vez son menores y, a la vez, más codiciados», precisó Díez.
Plan de choque
Al mismo tiempo, el líder sindical de LAB acusó al Gobierno de Lakua de no haber tenido «iniciativa propia» y de «actuar a remolque de lo que le llega», sin haber «desarrollado «planes estratégicos adecuados para salvar a este sector». LAB plantea un plan de choque «con medidas inmediatas» para frenar «este deterioro del sector pesquero vasco». Así, se exige la «creación inmediata» de una mesa sectorial entre la Administración, los Armadores y los sindicatos para «salvar al sector».
Díez adelantó que «no debe haber dinero público de Lakua para las paralizaciones definitivas de barcos» y que se actúe de una manera directa «para evitar la deslocalización y venta de barcos, para que las licencias queden en manos de la Administración y las cofradías». Exige «a los armadores la devolución de las subvenciones».
Bajo esas premisas, LAB reclama que se realice una gestión pública de los censos y derechos de pesca. «Que se haga defensa de una pesca responsable y sostenible», que se impulse la I+D y «se produzca un apoyo a la comercialización».
6.000
arrantzales ocupaban el sector pesquero en los años ochenta del siglo pasado, pero en la actualidad no llegan a la mitad. Son 2.804 arrantzales.
145,9
millones es el valor que generó la actividad pesquera en 2005, según los últimos datos disponibles de Eustat, lo que muestra la importancia del sector.
78
millones es el valor de la pesca desembarcada en 2006, según los datos del Gobierno de Lakua, lo que suma casi 42.000 toneladas de pescado. La realidad está demostrando que se está perdiendo valor.
253
millones es el valor de la producción de las flotas pesqueras en 1986, sin embargo en el año 2000, según el informe de Caja Laboral, se situó en 255 millones, apenas creció.
0,16
céntimos se vendió el kilogramos de chicharro en el puerto de Ondarroa, y entre 3 y 4 euros en las pescaderías.
El agotamiento de los caladeros por sobrepesca es el problema fundamental de la situación actual. Según LAB, esa situación está provocada por la política pesquera de la Unión Europea, que «se somete a los intereses económicos».
Una de las demandas que realizaron los representantes abertzales en Ondarroa es que «no haya dinero público para paralizaciones definitivas de barcos» y demandan a Lakua que exija a los armadores que abandonen que devuelvan las subvenciones que obtuvieron.
Uno de los principales elementos que se expusieron en la cubierta del barco es la ayuda a la comercialización de los productos pesqueros con la venta directa, el label, y la mejora de infraestructuras donde se establezcan unos precios mínimos.
Leo Belaustegi reconoce que los arrantzales deben ser los protagonistas del sistema de comercialización. El responsable de LAB Arrantza reconoce que «desde hace años mantenemos esa necesidad de que los intermediarios desaparezcan de este sector. El valor del pescado tiene que ir a manos de los arrantzales». Belaustegi reconoce que la rentabilidad de la flota se está reduciendo porque «no se han preparado para este mundo global. Siguen vendiendo el pescado como hace cien años y quien se queda con el valor del mismo es el intermediario». En ese sentido, recordó que «la actividad pesquera es rentable, lo que ocurre es que hoy mismo (por ayer) se han tirado los precios del chicharro en Ondarroa. Se estaban vendiendo a 0,16 euros el kilo en el puerto», pero en los establecimientos comerciales estaban entre tres y cuatro euros. LAB considera que se debe mejorar las condiciones de trabajo para atraer a nuevos arrantzales.
J. BASTERRA
El consejero de Agricultura y Pesca del Gobierno de Gasteiz, Gonzalo Sáenz de Samaniego, dijo que la decisión de la Comisión Europea de mantener la veda a la pesca de la anchoa en el Golfo de Bizkaia durante el año que viene «pone en evidencia que la situación de la pesquería de la anchoa no es la que a todos nos gustaría», por lo que instó a trabajar para que «los nuevos modelos de gestión de la pesquería de esta especie entren en una senda de lógica, de conciencia en materia de sostenibilidad» y que «todos podamos garantizar esta pesquería de cara a futuro a la anchoa». Bruselas ratificó la veda en el Golfo de Bizkaia, que quedará sujeta a una revisión en el mes de junio en función del estado de las reservas en primavera. Fuentes comunitarias descartaron además que en 2008 vaya a darse una nueva campaña experimental como la que realizaron Estado español y Estado francés entre abril y junio de este año. «No fue buena idea», dijeron.
GARA