La plantilla quiere que Chris Coleman siga tras el proceso electoral, algo que ni Badiola descartó el martes cuando antes daba por seguro que iba a llegar con otro entrenador y cuatro fichajes. El galés ha conectado desde que llegó con sus jugadores y están muy unidos con él.

No es un buen entrenador en el plano táctico a la hora de trabajar a sus equipos, pero ese defecto es una virtud ahora porque, en un momento de desconfianza y falta de autoestima, un técnico que constantemente diga a sus jugadores cada detalle que hacen mal, que es como se mejora tácticamente, minaría su moral. Sí ha trabajado las jugadas a balón parado y en el resto no incide demasiado. En cambio les trasmite mensajes positivos, les da confianza y apoyo en el vestuario y ante la prensa en situaciones difíciles. Eso, y las críticas externas, han unido a jugadores y técnicos.

Por eso, Garitano señalaba ayer que la continuidad de Coleman «depende de los resultados, pero la tendencia del equipo es para arriba y con él estamos muy identificados al 100% y a todos nos gustaría que, pasara lo que pasara, siguiera». Garitano dejaba claro que el vestuario siempre ha tenido una buena relación con los técnicos, algo que en algún caso ha resultado contraproducente.

En la misma línea, Carlos Martínez admitía que «desde que vino estamos muy contentos con él. Nos apoya dentro y públicamente, y es de agradecer. El equipo está muy unido».

Los dos también coincidieron a la hora de mantenerse al margen del proceso electoral: «No nos interesa. El equipo lleva muy bien esta situación, debemos centrarnos en el campo y tenemos en la cabeza el partido de Sevilla. Cuando venga el presidente tomará decisiones, cuando entra uno nuevo siempre hay nuevas decisiones y si vienen jugadores ya se verá», dijo Garitano, que asumiría su suplencia el sábado: «Lo que decida el mister, estamos todos con él y vería lógico que repita once porque se ganó y se jugó bien».

Carlos Martínez también se mostraba al margen del proceso electoral: «Se presentó Badiola, es una propuesta más, le escuchamos todos y la gente decidirá. Estamos al tanto, pero lo más importante es el partido del domingo». El navarro además recordaba que los jóvenes mejoran conforme juegan partidos: «Nada más subir no vamos a hacer maravillas. Necesitamos tiempo y partidos para coger experiencia. El del domingo fue bueno y eso da confianza para estar más tranquilo en el próximo y saber que lo podemos hacer bien. Tras siete jornadas sin jugar sales con muchas ganas. He llegado hasta aquí a base de trabajo y de muchas ganas y tenemos que darlo todo. Ver que jugadores que hace dos años estábamos en el Sanse jugamos bien y que la gente está contenta nos motiva y nos da alegría».

APARS recela de Badiola

La Asociación de Pequeños Accionistas de la Real trasmite recelo ante el proyecto de Iñaki Badiola. Su portavoz, Juan Carlos Ibáñez Solabarrieta, aprovechó un viaje a Hong Kong por motivos laborales para recabar información sobre la sociedad de Badiola y dijo en Radio Euskadi que «las cosas que dice son muy bonitas, pero he indagado con los cauces a mi alcance y mi viaje a China ha sido un refrendo del recelo que tenía cuando le pedí permiso para ir a verles allí y me quitó del medio. Lo que he visto superficialmente no me gusta, habla de unas magnitudes que yo no he visto y eso me hace ser receloso».

Añadía que las palabras de Badiola «han cautivado a mucha gente, pero queremos frenar la euforia, que estemos alerta y que cuente más cosas, más reales. Hablar de merchandising con esa facilidad me parece excesivamente optimista. Son muchas camisetas. Que el 10% de los que pasen por el aeropuerto la compren me parece superoptimista. Tengo mi empresa y del dicho al hecho va un trecho».

El único accionista importante que por el momento ha manifestado su apoyo a Badiola, Jordi Cantillo, también admitía ayer en la Cope que «lo de los aeropuertos no lo acabo de entender», en una entrevista en la que elogió al empresario por adelantarse a otra posible candidatura y criticó el papel del PNV.