Sarkozy promete firmeza para atajar los disturbios en los barrios de París
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, lanzó ayer un mensaje de firmeza a los responsables de los disturbios en los barrios periféricos de París, al tiempo que trató de mostrarse conciliador al recibir a las familias de los dos jóvenes fallecidos el domingo.
GARA |
A su regreso de China, tras tres jornadas de disturbios, Nicolas Sarkozy visitó a los policías heridos por disparos de armas de caza antes de presidir una reunión sobre seguridad con el primer ministro, François Fillon, y otros miembros del Gobierno conservador. El presidente francés trata de evitar que se repita la situación de violencia que asoló cientos de barriadas periféricas de París y otras ciudades durante tres semanas hace dos años, cuando ocupaba la cartera de Interior, y que en esta ocasión sería más grave ya que, al parecer, los participantes en los disturbios dispararon contra los agentes.
Sarkozy, aseguró que los que disparan con armas de fuego contra policías serán llevados a los tribunales. «Encontraremos a los tiradores. Pondremos los medios necesarios y lo que han asumido esa responsabilidad se encontrarán ante la Justicia de nuestro país», afirmó, y recalcó que el uso de armas de fuego contra policías es «absolutamente inaceptable». Añadió que «esto tiene un nombre, es un intento de asesinato. Disparar contra funcionarios es perfectamente sancionable».
En este sentido, la Fiscalía de Pontoise anunció la apertura de una investigación por intento de homicidio de los dos policías heridos por disparos el pasado domingo durante los disturbios originados por la muerte de dos menores, de 15 y 16 años, que circulaban en moto en Villiers-le-Bel (Val d'Oise), a 20 kilómetros de París. Este suceso fue el detonante de tres días de disturbios en barrios periféricos de la capital gala, que se extendieron también a otras zonas del Estado, como es el caso de Toulouse. La situación ayer era de calma tensa tras un espectacular despliegue policial.
En un intento de mostrarse también conciliador, Sarkozy recibió a las familias de los dos menores fallecidos el domingo, a las que anunció la apertura de una instrucción judicial por «homicidios involuntarios» para aclarar las circunstancias del accidente en el que estuvo implicado un coche de policía.
«Una decisión justa que celebramos», porque «permitirá a los padres de las víctimas y a sus abogados participar activamente en el conocimiento de la verdad», y es «un gesto de apaciguamiento» que «deseamos sea comprendido en todas partes para que vuelvan la paz, la calma y la tranquilidad», señaló un letrado de las familias.
En Toulouse, en el suroeste del Estado francés, ardieron una veintena de coches y, el martes por la tarde, una biblioteca se vio afectada por un incendio, que fue sofocado en su inicio.