El informe sobre Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advierte de que el mundo debe concentrarse en aquellos impactos del cambio climático que podrían producir «reveses sin precedentes en la reducción de la pobreza, la nutrición, la salud y la educación» e insta a que las luchas contra el cambio climático y la pobreza vayan de la mano.

Asegura que el mundo avanza hacia un punto de inflexión que podría atrapar a los países más pobres y a sus ciudadanos más vulnerables en una espiral descendente y dejar a millones de personas a malas condiciones de nutrición, escasez de agua, amenazas ecológicas y pérdidas en sus medios de sustento. Indica que el cambio climático es una «amenaza para toda la humanidad», pero que son los pobres, quienes menos responsabilidad tienen en la deuda ecológica que se acumula, los que se enfrentan a los costos humanos más graves e inmediatos. Al respecto, alerta sobre el desplome de los sistemas agrícolas, de que 1.800 millones de personas sufrirán estrés hídrico, del desplazamiento de alrededor de 332 millones de personas desde zonas costeras y bajas y de los riesgos emergentes para la salud.

Pobreza y desigualdad

El PNUD considera que se están subestimando los costos humanos de sequías, inundaciones y tormentas, que «están ya entre los catalizadores más poderosos de la pobreza y la desigualdad».

Para hacer frente a la situación plantea dos vías. Respecto a la mitigación de las emisiones de los gases de efecto invernadero, recuerda la responsabilidad histórica de los países desarrollados, a quienes invitan a reducir sus emisiones en al menos el 80% hasta 2005, frente al 20% de los países en desarrollo. Plantea, además, la adopción de políticas públicas que pasan por fijar precios a las emisiones de carbono, aplicar normas regulatorias más exigentes, apoyar el suministro de energía con bajos niveles de emisiones de carbono y fomentar la cooperación internacional en transferencias tecnológicas y financieras.

La segunda vía es la de la adaptación. El informe incide en su necesidad para impedir un cambio climático que genere mayores retrocesos en el desarrollo humano. Advierte de las extremas desigualdades en este ámbito, con grandes inversiones en países desarrollados para protegerse del cambio climático cuando los más vulnerables son los países en desarrollo.