Gerardo Olivares se dio a conocer con «La gran final», una película sobre la globalización que utilizaba el fútbol como nexo común entre distintos pueblos: tuaregs del Sahara, nómadas de Mongolia e indios amazónicos. En «14 kilómetros» retrata el problema de la inmigración desde el continente africano a Europa y de ahí el título que recoge la distancia de separación que marca el Estrecho de Gibraltar. Al ganar la Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid, por primera vez para una producción del mercado interior, ha ensombrecido a «Querida Bamako», que también abordaba idéntica temática con menos medios. El planteamiento, no obstante, es similar en cuanto a la elección de escenarios y actores naturalistas. Es una especie de película de carretera sobre la larga travesía del desierto, que se inicia en Mali y atraviesa Níger, Argelia y Marruecos. Los tres viajeros en busca de un futuro mejor son nigerianos: una joven, un futbolista y su hermano.