La elección del presidente libanés, prevista para hoy, será probablemente retrasada por séptima vez, mientras continúan las negociaciones entre los distintos agentes políticos del país árabe.

«La celebración de la sesión de mañana [por hoy] es improbable, ya que aún no hay acuerdo sobre el futuro Gobierno», declaró a France Presse Simon Abi Ramia, consejero de Michel Aoun, uno de los líderes cristianos de la oposición que encabeza la formación chií Hizbullah.

Líbano se encuentra sin presidente desde el 24 de noviembre, cuando concluyó el mandato del prosirio Emile Lahoud. Si, finalmente, la sesión de hoy se pospone, se tratará del séptimo retraso que se produce desde el 25 de setiembre.

A pesar de que el general Michel Sleimane se había convertido en un candidato aceptable a la vista de todos, la oposición apoyada por Damasco y Teherán reclama un acuerdo global que incluya el reparto de carteras ministeriales y la discusión de una nueva ley electoral de cara a las legislativas de 2009.

«La mayoría no quiere un verdadero acuerdo [con la oposición] y rechaza el principio de Gobierno de unidad nacional», afirmó Abi Ramia.

«En primer lugar, hay que negociar sobre la formación del Gobierno, ya que será quien organice las próximas legislativas», indicó a France Presse un dirigente del movimiento chií Amal, que lidera el presidente del Parlamento de Beirut, Nabih Berri.

Hace un año, seis ministros de la oposición abandonaron el Gobierno de Fouad Siniora, apoyado por Occidente, para reclamar «un reparto más justo del poder». Estas dimisiones sumieron al país en la más grave crisis política desde el fin de la guerra civil (1975-1990).

La mayoría, mientras, rechaza unir la cuestión de la elección del presidente con la formación del Gobierno. «La prioridad ahora es que haya un nuevo presidente. No hay que falsear el debate», insiste el diputado de la mayoría Samir Frangié. A su juicio, Siria e Irán, a través de sus aliados libaneses, están bloqueando la elección «para provocar el caos en el país».