El sindicato LAB manifestó ayer que las empresas guipuzcoanas parten de una situación fiscal ventajosa en comparación con las empresas de su entorno y denunció que «estamos a la cola de Europa tanto en presión fiscal como en gasto social». La valoración de la central abertzale responde a la decisión anunciada el pasado miércoles por el PNV en las Juntas Generales de Gipuzkoa de forzar vía decreto la rebaja del Impuesto de Sociedades hasta el 28%.

El anuncio de los jeltzales cogió por sorpresa a EA, formación con la que se suponía un acuerdo, también avalado por el PSE, para rebajar el tipo actual (32,6%) al 30%.

Ante este giro del PNV para reducir aún más la presión fiscal en beneficio de las rentas empresariales en Gipuzkoa, LAB resaltó que «más allá de la gravedad de rebajar el tipo nominal del Impuesto de Sociedades, lo realmente importante es la recaudación efectiva» que se va a realizar a través de dicho impuesto.

Deducciones y bonificaciones

Así, LAB destacó que «una vez aplicadas las correspondientes deducciones y bonificaciones fiscales, el tipo medio efectivo determinado por la cuota a ingresar por las empresas se situó en el 17,5%» y con todo, ese tipo efectivo en Gipuzkoa sigue siendo el más bajo, un 15,5%, tomando como referencia un tipo medio nominal del 28,8%.

LAB ahondó en que la recaudación real por el Impuesto de Sociedades «se ve reducida por dos cauces, el fraude fiscal que realizan las empresas y las generosas deducciones fiscales que ofrecen las diputaciones».

La central abertzale resaltó que «un buen indicador del esfuerzo fiscal» que realizan las empresas consiste en comparar la recaudación de este impuesto con el Producto Interior Bruto (PIB). «Según el último dato disponible, en la UE de los Veinticinco la recaudación del Impuesto de Sociedades supone un 2,6% del PIB, mientras en Gipuzkoa sólo representa el 2,2% del PIB de ese herrialde», indicó la organziación sindical.

Así las cosas, el sindicato denunció que «las sucesivas rebajas del Impuesto de Sociedades suponen una merma de recursos imprescindibles para hacer frente a los déficits existentes en ámbitos como la vivienda, la sanidad, la educación, los servicio de atención social y la lucha contra la pobreza».